Luis Rubiales vuelve a estar en boca de todos. El expresidente de la RFEF se enfrenta hoy al inicio de su juicio ante la Audiencia Nacional de Madrid, enfrentando cargos por “agresión sexual y coacción” tras su beso no consentido con Jenni Hermoso en el Mundial Femenino de 2023.
Empieza el juicio este lunes a Rubiales, que se enfrenta a más de dos años de cárcel por el beso a Jenni Hermoso
— GOBIERNO FRANKENSTEIN 😱 (@listillo69) February 2, 2025
Ya tenemos entretenimiento para charos y perroflautas
Ya no se hablará de la corrupción de la familia de Perro Sanxe, los regalos a Cataluña y Vascongadas…
Circo pic.twitter.com/gjqvJJgBLZ
Desde primera hora de la mañana, el inicio del proceso judicial ha generado una avalancha de reacciones en redes, con un gran volumen de mensajes y comentarios en las principales plataformas sociales analizando el caso y sus implicaciones en el mundo de la justicia y el deporte. El juicio se desarrollará en 11 sesiones, que durarán hasta el 19 de febrero, e incluye también como coacusados a altos cargos de LaLiga, acusados de coaccionar a Hermoso para que respaldara la versión de los hechos de Rubiales.
Reacciones
La tónica general es clara. La mayoría de los usuarios están profundamente molestos con la línea de decisiones tomadas por la RFEF, a la cual acusan de tener una doble vara de medir a la hora de tratar casos de acoso. Sin quitar importancia a las actuaciones de Rubiales, cuyas consecuencias dictaminará la justicia, los internautas afean a la Federación su falta de actuación en casos «mucho más graves» y explícitos de agresión sexual. Se refieren al aún sonado episodio que vivieron las mujeres del Mallorca en Arabia Saudí a manos de la afición local, denunciado insistentemente por las víctimas y despreciado por la junta directiva de la Real Federación.
La que liaron por el pico de Rubiales y ahora no pasa nada porque las mujeres de los jugadores del Mallorca fueran acosadas sexualmente allí.pic.twitter.com/17V2KuDlc9
— Willy Tolerdo (@WillyTolerdoo) January 30, 2025
Las mujeres de los jugadores y la afición mallorquina sufrieron tocamientos y fueron fotografiadas sin su permiso, convirtiendo la velada en un episodio profundamente desagradable. Lejos de actuar al respecto, pero, la RFEF -cuya falta de planificación y dejadez en seguridad dio pie a que se sucedieran los hechos en primer lugar- desestimó las palabras de las víctimas, achacando su «percepción» a la situación de estrés sobrevenida al final del partido.
También el debate sobre la gravedad de los hechos se ha reavivado. Mientras algunos condenan fervientemente el beso, calificándolo de «abuso de poder», otros cuestionan la interpretación legal de los hechos y sostienen que el beso fue simplemente un gesto de celebración sin intención maliciosa. Esta segunda línea de pensamiento va más allá, señalando Hermoso por «aprovecharse» de la situación para sacarle rédito personal. Abundan en este sentido referencias a sus reacciones durante las primeras horas tras el incidente, que distan sobremanera del tono solemne que adoptó después.
Hoy empieza el juicio de Jenni Hermoso, la chica que se reía del beso que le había dado Rubiales junto a todas sus compañeras, enseñando videos, fotos y comparándose con Sara e Iker Casillas.
— M.E (@qwerty01012025) February 3, 2025
Luego se fueron todos a Ibiza de fiesta. #FelizLunes #Rubiales
#yoNotecreohermana
Este debate ha polarizado la opinión pública y avivado el interés mediático en el juicio, con expertos en derecho y ética deportiva analizando el caso desde diferentes perspectivas. A medida que el juicio avanza, las posturas siguen enfrentadas dentro y fuera de los tribunales. Mientras la Audiencia Nacional evalúa las pruebas y testimonios clave, el debate público continúa intensificándose, reflejando el impacto de este caso más allá del ámbito deportivo. El veredicto no solo determinará la responsabilidad de Rubiales, sino que también podría sentar un precedente en el trato y nivel de miramiento relacionado con estas problemáticas en el deporte.