Carles Puigdemont ha vuelto a hacer uso de sus redes sociales para lanzar una contundente crítica a Pedro Sánchez. En una publicación en X, Puigdemont ha denunciado una contradicción en el discurso del líder socialista, quién en 2018 arremetió contra Mariano Rajoy, acusándolo de utilizar a los pensionistas como moneda de cambio para aprobar los presupuestos.
“Rajoy planteó ayer un chantaje en toda regla a los 9,5 millones de pensionistas de este país: o me aprueban los presupuestos, o no hay revalorización de pensiones”. Recomiendo este artículo de nuestro portavoz en el Senado @Ander_Gil https://t.co/Jqo27UpEt4
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) March 15, 2018
Una estrategia similar
«O me aprueban los presupuestos o no hay revalorización de las pensiones». Con estas palabras denunció Pedro Sánchez el «chantaje» de Rajoy, quién en 2018 supeditó la subida de estas retribuciones de acuerdo con el IPC a la aprobación parlamentaria de sus cuentas. Ahora, las tornas han cambiado, y parece que el PSOE aplica la misma táctica que los populares al vincular medidas controvertidas a una cuestión tan sensible como lo son las pensiones.
Es veu que fer xantatge amb les pensions per colar mesures inacceptables només ho fa el PP…
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) January 24, 2025
El PSOE (a l'oposició, és clar) escrivia que el president del govern espanyol "planteja un xantatge en tota regla: o m'aproveu els pressupostos o no hi ha revalorització de les… https://t.co/XIMp6RAl0i pic.twitter.com/P2XIDB5ZAn
Las redes no han tardado en reaccionar, con miles de usaurios échandole al Presidente sus antiguas declaraciones en cara. A su vez, hay quién ha querido ir más allá, señalando una diferencia en las formas. Mientras el líder popular utilizó la revalorización de las pensiones como una condición política para conseguir apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, Pedro Sánchez ha optado por integrar explícitamente esta medida dentro del texto legislativo, sin la aprobación del cual no existe posibilidad de revalorizarlas de acuerdo con el Índice de Precios de Consumo.
Esta diferencia formal, según los más críticos, hace que la estrategia del líder socialista sea más contundente y menos transparente, ya que fuerza la aprobación en bloque de medidas controvertidas junto a la mejora de las pensiones, eliminando la posibilidad de un debate separado y condicionando directamente un derecho clave a otros intereses legislativos.
Por su parte, los defensores del Ejecutivo socialista argumentan que la fusión de diversas medidas en una única ley responde a un criterio de agilidad de los procesos legislativos, asegurando que es una «práctica común» y cargando contra quiénes votaron en contra acusándoles de haber votado contra los intereses de todos los españoles.
La polémica con el líder de Junts surge en un contexto de tensas negociaciones entre formaciones. La aparente negativa del Gobierno a dar trámite a la proposición no de ley de Junts instando a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza ha deteriorado las relaciones entre sus respectivos partidos e instalado una lógica belicista en sus comunicaciones. Este cruce de reproches evidencia de nuevo esta difícil relación, cuya solución no parece clara para ninguno de los implicados.