El Gobierno atraviesa uno de los momentos más críticos de su legislatura. La acumulación de derrotas legislativas en el Congreso y el bloqueo impuesto por Junts per Catalunya han paralizado iniciativas clave del Ejecutivo, erosionando su capacidad de acción y proyectando una imagen de fragilidad.
Este escenario ha avivado el debate sobre un posible adelanto electoral. Mientras, la oposición gana terreno y se prepara para un cambio de ciclo y la opinión mediática parece estar perfilando el cierre de capítulo para la etapa de Sánchez.
Sin apoyos suficientes
La parálisis legislativa a la que se enfrenta el Gobierno ha dejado en suspenso proyectos fundamentales. La negativa de sus socios de investidura, particularmente de Junts, para seguir negociando decretos clave, como la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado o la ratificación de su «agenda social», deja la sensación de un Ejecutivo que pierde fuerza a medida que se acerca el final de la legislatura.
Hoy el PP ha votado NO a un Real Decreto con importantes medidas que tenían un enorme impacto en la vida de toda la ciudadanía.
— PSOE (@PSOE) January 22, 2025
→ Porque el PP no va en contra del Gobierno, va en contra de los españoles.
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Proyectos centrales de los socialistas, como la reforma de la vivienda y la aprobación de las medidas económicas vinculadas a los fondos europeos, han quedado también varados, alimentando así la percepción de un Gobierno que ha perdido su impulso.
La oposición, en pie de guerra
A su vez, los principales partidos de la oposición, PP y Vox, han intensificado su ofensiva política, aprovechando el desgaste de Sánchez para consolidar una narrativa de estancamiento y necesidad de cambio. Los conservadores ponen de manifiesto la incapacidad de la actual mayoría de Gobierno de poner en marcha su agenda política, denunciando su situación de parálisis e «incapacidad» para gobernar.
Nuevo fracaso de un Gobierno que no tiene mayoría. Nunca la tuvo.
— Cuca Gamarra (@cucagamarra) January 22, 2025
La famosa «mayoría progresista» solo era para aprobar una amnistía ilegal.
Para lo único que tiene capacidad Sánchez es para convocar elecciones. https://t.co/31ytIhnHvQ
Este clima político, marcado por el deterioro y la inacción, parece estar preparando el terreno para un inminente enfrentamiento electoral llamado a redefinir el equilibrio de fuerzas y supremacía ideológica en el Congreso de los Diputados. La falta de estabilidad y apoyos en el Ejecutivo refuerzan esa percepción.
Con un contexto económico desafiante, tensiones internas en el «bloque progresista» y una creciente presión desde los medios y la ciudadanía, el PSOE encara semanas decisivas. ¿Tendrá Sánchez tiempo suficiente para revertir esta tendencia antes de que la realidad le imponga una convocatoria electoral? Está por ver.
