Carles Puigdemont ha comparecido hoy a las 11:00 tras la ya anticipada reunión del expresidente con el comité ejecutivo de su formación. La conferencia, que se ha producido en un contexto de tensiones internas y falta de avances en el escenario político catalán ha sido recibida con apatía por parte de su electorado y una expectativa moderada por analistas y prensa.
Tras la valoración de la directiva de Junts de la situación actual, Puigdemont ha anunciado la suspensión de las negociaciones sectoriales con el PSOE. Esto incluye la negociación para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, a la que ha afirmado que, hasta que no avance la situación sobre sus demandas políticas, su partido no se va a sumar.
▶️ A partir de les 11.00h, el president @KRLS Puigdemont oferirà una conferència de premsa posterior a la reunió de la Direcció Permanent de Junts a Brussel·les.
— Junts per Catalunya🎗 (@JuntsXCat) January 17, 2025
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La cuestión de confianza, el tema central
El principal punto de fricción actual entre Junts per Catalunya y el gobierno de Pedro Sánchez gira en torno a la cuestión de confianza que los independentistas plantearon en diciembre en el Congreso. La Mesa del hemiciclo aplazó ayer su decisión sobre la proposición no de ley presentada por Junts para someter a Sánchez a una votación de confianza.
Esta iniciativa se produjo con el afán de Junts de fiscalizar la actuación y avances del Ejecutivo central con los acuerdos de investidura que llevaron a los de Puigdemont a apoyar la candidatura de Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Desde Junts consideran que el PSOE está evadiendo sus responsabilidades y dilatando sus compromisos con la formación, poniendo en duda su palabra y anunciando represalias políticas si los partidos de gobierno se niegan a dar trámite a esta propuesta.
Este tema ha sido el eje de la conferencia de prensa de Puigdemont, anunciando este el fin de las negociaciones de su partido para aprobar la producción legislativa del Gobierno.
Un Encuentro sin Concreciones
Por otro lado, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras se reunieron ayer por primera vez en Waterloo tras sus respectivas reelecciones como líderes de sus formaciones. El encuentro fue recibido con escaso entusiasmo por sus bases electorales y no se llegó a ningún acuerdo notable para revitalizar la estrategia soberanista.
La reunión evidenció a su vez las distancias estratégicas entre ambos partidos, que parecen disentir en las formas para llegar a un objetivo aparentementecompartido. Esta falta de unidad, apuntan sus electores, sigue siendo uno de los grandes obstáculos para el avance de la causa independentista.
Consecuencias del anuncio
La ruptura de las negociaciones anunciada por Puigdemont podría tener implicaciones significativas en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 y en otros acuerdos legislativos que requieren del apoyo de Junts en el Congreso. Este movimiento refleja el deterioro de las relaciones entre Junts y el PSOE, complicando la estabilidad parlamentaria del gobierno de Sánchez y poniendo en duda su sostenibilidad a medio plazo.
