2025 abre un nuevo tiempo político (catalán)

El PSC se consolida como el principal partido de gobierno en Cataluña, marcando un cambio en la política catalana tras años de dominio nacionalista, mientras Junts y ERC buscan redefinir su papel en un nuevo contexto

Illa
Salvador Illa en el homenaje a Francesc Macià

Este pasado 2024 ha sido el año en el que más se ha transformado la política catalana en la última década. Tras años de hegemonía de gobiernos formados por partidos nacionalistas, el PSC es el principal partido de gobierno en Cataluña, con un gran poder institucional que va desde el Ajuntament de Barcelona a la Generalitat de Cataluña. 

Salvador Illa ha sabido leer (muy bien) el nuevo tiempo político representando el centro político catalán. Ha vuelto la normalidad institucional en Cataluña y por primera vez en más de 10 años, se empieza hablar más allá del estéril debate sobre la independencia que había protagonizado el día a día y que ha hartado (y dividido) a la sociedad civil catalana. 

Pese a ello, en el ámbito nacionalista e independentista catalán, Junts y ERC continúan reivindicando el mismo discurso identitario que los ha llevado a su último fracaso electoral (y de momento) no parece que vayan a cambiar de visión. La (gran) diferencia con respecto a hace una década es que han hecho de la necesidad virtud y están participando de la vida política e institucional en Madrid gracias a la oportunidad que les ha brindado la frágil mayoría del Gobierno de coalición para reivindicarse como el instrumento más útil ante sus electores. 

En Cataluña (como en el resto de España) la economía importa (y mucho). Una crisis económica mal gestionada hace que haya cambios de gobierno. Ya pasó en 2010 con el Tripartit y el cambio de gobierno de CiU y en 2011 con el Gobierno de Zapatero y la mayoría absoluta del PP. Desde esta lógica, se puede entender por qué Junts comienza a marcar discurso propio y evidencia cada vez más diferencias en la política económica del Gobierno de coalición. 

Junts y ERC tienen dos opciones: aprovechar la oportunidad para abrir un nuevo tiempo político en sus respectivos espacios electorales y renovarse, ofreciendo mejores políticas públicas y alejarse de discursos identitarios, o bien continuar en la ruta independentista que les ha llevado al más absoluto fracaso electoral,

Alex Cortés

Desde Junts perciben que su discurso (y el proyecto político identitario que representa Carles Puigdemont) está agotado y no atrae a nuevos electores. Por eso tienen que reivindicarse como instrumento más útil a sus electores frente a ERC y al PSC que sí que tienen una sintonía más evidente y para eso tienen que distanciarse del Gobierno de coalición. En este nuevo escenario puede (y ha confluido) con otros partidos políticos, pero eso no significa que puedan construirse mayorías alternativas en el Congreso porque no les interesa que se agote la legislatura, al menos de momento, ya que la fragilidad parlamentaria del Gobierno es su mejor instrumento para reivindicarse como el partido que más cosas consigue para sus electores. 

Por su parte, ERC está llevando a cabo una estrategia de reconstrucción orgánica, por lo que necesitan tiempo para ofrecer un proyecto político renovado a sus electores. Por eso han decidido que se tienen que entender con el PSOE porque es la mejor forma de reivindicarse como la fuerza política más útil para sus potenciales votantes y competir así tanto con Junts en el espacio nacionalista como con el PSC en el espacio de la izquierda. 

Este año el epicentro del futuro político en España volverá a ser Cataluña y tanto ERC como Junts jugarán un papel muy relevante. El Gobierno tiene la voluntad de presentar los Presupuestos Generales del Estado y necesitará los votos de ERC y de Junts. En paralelo, el Govern de Salvador Illa también tendrá que presentar los presupuestos y necesitará el aval de al menos ERC. Tendrán una gran incidencia política especialmente en materia de políticas económicas y decidirán si tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como el de Salvador Illa tienen futuro estos próximos años o si por el contrario les interesa agotar las legislaturas e ir a nuevas elecciones. Todos los escenarios son posibles.

Junts y ERC tienen dos opciones: aprovechar la oportunidad para abrir un nuevo tiempo político en sus respectivos espacios electorales y renovarse, ofreciendo mejores políticas públicas y alejarse de discursos identitarios, o bien continuar en la ruta independentista que les ha llevado al más absoluto fracaso electoral, a la confrontación civil entre catalanes y a que Cataluña haya dejado de ser una región abierta al mundo y líder en España.  

Alex Cortés
Alex Cortés
Jurista. Consultor y analista político. Presidente del think tank Criterio Joven.

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