Inversor y emprendedor de capital riesgo, Carlos Blanco es fundador y presidente de Encomenda Smart Capital (Cobee, Kampaoh, Remitee, Amphora, Declarando, OKTicket, Nemuru, Cafler, Landbot, Chekin, Talent Class y ATR), Nuclio (Venture Builder, Escuela, Fundadores, Talento…) y Conector Startup Accelerator. Ha sido Business Angel para Glovo, Deporvillage, Kantox, Citibox, GOI, Meller, Habitissimo, Captio, y Singularu. Fundador de First Tuesday España. Es vicepresidente de Barcelona Tech City, asociación sin ánimo de lucro que vertebra e impulsa el ecosistema digital y tecnológico de Barcelona.
¿Quién es Carlos Blanco?
Seguramente, un brontosaurio.
¿Por estar ahí cuando nacían las start-ups tech?
Lo bueno es que se aprende mucho de los errores. En este mercado, la experiencia y el conocimiento son claves para el éxito.
Lo ha tenido emprendiendo. ¿Cuál es el secreto?
Creo que es la suma de tener networking, inteligencia y ser valiente para invertir dinero en los negocios. Yo he arriesgado varias veces todo mi patrimonio.
¿Cómo surgió Barcelona Tech Spirit?
Yo impulsé la primera edición, de forma espontánea. Estando en Madrid, puse un tuit preguntando: «Oye, ¿qué os parece si montamos un evento alternativo a lo que se hace aquí por nuestra cuenta, organizado por el ecosistema?».
Un brain storming a base de tuits…
Inmediatamente, muchos amigos empezaron a decirme «oye, ya he comprado el billete y el hotel, no puedo devolverlo, pase lo que pase iré a Barcelona, hagamos algo». Eh… Hablé con gente de Telefónica, de Acciona, del Banco Sabadell, etc, y todo el mundo me compró la idea.
¿En un día?
A última hora de la tarde ya estamos firmando un acuerdo con el Ayuntamiento y la Generalitat para hacer Tech Barcelona, de organización independiente, organizado por la patronal de startups.
¿Qué tal ha sido el último BTech, en 2024?
Hubo una asistencia récord y ponencias muy buenas, pero creo que lo único malo son las fechas. Diciembre no es el mejor momento para organizar un evento de este estilo en una gran ciudad veraniega como Barcelona, tendríamos que buscarle otras fechas.
¿Con qué objetivo?
Nuestro objetivo es seguir posicionando a Barcelona como un centro de nuevas tecnologías, de startups, de innovación. Somos una organización sin ánimo de lucro, fundada por algunos de los principales emprendedores e inversores de la ciudad.
¿Qué perfil tienen en Barcelona Tech Spìrit?
Empezando por la junta directiva, todos somos emprendedores o inversores, y estamos trabajando activamente en el ecosistema de startups.
La industria 4.0 ¿es el futuro?
En el País Vasco sí, pero creo que Cataluña no tendría que invertir en ella, porque las startups que tienen hardware como elemento central no están funcionando. En el top 100 de start ups europeas con más inversiones, ninguna es 4.0.
Si hay hardware, ¿lo acabarán haciendo en China?
Y lo harán de forma mucho más eficiente. Si el sensor es un 0,1% del sistema y la chicha son los datos, me parece bien. Pero la mayoría de startups que se autodenominan Industria 4.0, también quieren inventar el hierro.
Nuestro Venture Capital ¿es alérgico a los sensores?
A mí me interesan las start ups que no invierten en fabricar un sensor, sino que usan sensores del mercado, y analizan datos. El problema es que la mayoría también quieren inventar el hierro. Para eso hay algunos fondos específicos, que son menos del 10% del Venture Capital.
Los inversores ¿actúan gregariamente?
Nadie inventa nuevas estrategias de inversión. Copiamos las que les están funcionando a americanos, alemanes o ingleses. Hoy, el 90% de las inversiones en start-ups se dirige a los sectores verticales del software y la IA.
¿Qué tipo de start ups están emergiendo?
En el fondo de inversión Encomenda, hemos invertido en 15 compañías en 2024 y hemos recibido más de 1500 proyectos de startups. Ahora mismo, lo que más está moviéndose es software en distintas verticales, que usa datos e inteligencia artificial.
La IA ¿va a cambiarlo todo?
Yo creo que sí, vengo de desayunar con un experto en IA y un inversor y hemos hablado de la cantidad de cosas que van a ocurrir en los próximos meses. Va a cambiar el mercado de las ventas, van a desaparecer profesiones como los agentes de traducciones o el mercado legal, etc. Un tercio de las inversiones de Encomienda van ahí.
¿Hay muchos sectores que serán sustituidos?
Va a cambiar todo. Ese cambio generará oportunidades para startups que usen la IA para el sector educativo, para la logística, para la salud, para la educación… en casi todos los sectores se producirán revoluciones utilizando software, IA y Big Data.
¿Qué tipo de desarrollos marcarán la diferencia?
Las que ayuden a ahorrar gastos, las que ayuden a vender más, o las que permitan dos cosas.
El ecosistema de Barcelona ¿será competitivo?
Siempre que no nos pongamos a inventar IA “core” tipo PNA o proyectos como Mistral en Francia. Hay que usar los sistemas de IA generativa que están inventando 7 grandes compañías que, nos guste o no, son americanas, y desarrollar aplicaciones que corran sobre ellas.
¿Aterrizándolas para funciones específicas?
Usando esos motores y herramientas abiertas de IA, podemos desarrollar aplicaciones verticales sectorizadas. Esta es una guerra global y, en nuestras circunstancias, es mejor especializarse y construir software y productos interesantes para nichos determinados.
¿Dependiendo siempre del “made in USA”?
Todos tenemos un Gmail y compramos en Amazon. El 90% de las empresas españolas que yo conozco tienen servidores de correo en Gmail. El 90% usan Microsoft Word, Excel, Zoom o Google Meet. Llevamos dependiendo de ellos 25 años, la dependencia ya existe.
¿Y los microchips? Hacen falta para todo y hasta hoy, “made in Asia”.
Me parece bien que se fabriquen aquí, también que tengamos el BSC para desarrollar aplicaciones con datos, pero intentar fabricar un Google Meet, un Gmail o un Chat GPT nuevos, no. Hay guerras perdidas de antemano, vamos a por las guerrillas, que podemos ganar.
¿Que inventen ellos?
Las innovaciones se producen en USA, primero las copian los chinos, después ingleses y alemanes, y, finalmente, españoles, holandeses y franceses. Los asiáticos aprendieron copiando, pero cada vez innovan más, empiezan a ser muy buenos creando coches.
¿Copiar primero para crear después?
Ser inventor nunca me ha sido rentable. Por eso, intento crear negocios siendo más copión y menos pionero. En España tenemos la oportunidad de ser los chinos de Internet en Europa. Hay excelentes ingenieros y creativos, podemos hacer buenas aplicaciones de software y de IA.
Estados Unidos inventa, Asia copia y Europa regula. Sí, sí, sí.
En Europa, somos unos obsesos de la regulación. Protegemos a los lobbies. Si nace AirBNB, se protege a los hoteleros. Si es Cabify o Uber, a los taxistas, frenando la innovación y la digitalización. Así nos quedamos lejos de USA y de Asia. La fiscalidad del blockchain y el cripto disuade a negocios de compra-venta, mientras que en países asiáticos, nórdicos, o en Dubai, pagas impuestos sólo por el diferencial entre la compra y la venta, eso está provocando que muchos negocios se están yendo de Europa.
¿Hay esperanzas?
Tengo una visión esperanzadora, porque empiezan a salir políticos como Draghi, o como Enrique Letta, italiano, que ha hecho el informe de la Quinta Libertad, ¿lo has leído o no?
