La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han incautado en el puerto de Barcelona más de 1.120 kilos de cocaína. El método empleado para introducir la sustancia estupefaciente no es otro que, en jerga policial, el “gancho ciego”. Esta popular operativa entre narcotraficantes consiste en introducir la sustancia en contenedores aleatorios, involucrando así a remitentes o receptores ajenos a la actividad delictiva.
En este caso, se trataba de un cargamento procedente de México y con destino final Israel que fue interceptado por los agentes. Para su sorpresa, en un control rutinario encontraron 16 paquetes en el interior del contenedor, cuyo contenido no era otro que 60 pastillas de cocaína sumergidas entre garbanzos. Un modus operandi hasta ahora inaudito.
En estos momentos, la Guardia Civil ha abierto una investigación exhaustiva con el objetivo de dar con el paradero de los responsables de esta acción delictiva y delimitar, en función del transcurso del rastreo, si la acción es de carácter particular o responde a una organización criminal de mayor volumen.