Juana Rivas ha presentado una nueva querella contra su expareja, Francesco Arcuri, ante los tribunales italianos, buscando que su hijo menor, Daniel, permanezca definitivamente en España. La denuncia, interpuesta en la jurisdicción penal italiana, acusa a Arcuri de enviar mensajes intimidatorios y realizar llamadas reiteradas, acciones que, según Rivas, constituyen un delito de violencia de género por amenazas leves y acoso telefónico.
El equipo jurídico de Rivas, Aránguez Abogados, ha subrayado en su petición judicial que Daniel, de 10 años, manifiesta un enorme temor hacia su padre, lo que le lleva a mentir por miedo a posibles represalias.
La defensa de Rivas argumenta que la situación actual podría poner a Arcuri en una posición complicada, especialmente considerando que su hijo mayor ya reside en la provincia de Granada. La querella añade un nuevo capítulo a la compleja relación entre Rivas y Arcuri, que ha estado marcada por tensiones legales y acusaciones mutuas.
Los tribunales italianos ahora deberán evaluar la gravedad de las acusaciones y el impacto que estas podrían tener en la custodia de Daniel. La decisión que tomen podría tener repercusiones significativas en la vida de la familia, así como en la percepción pública de este caso que ha captado la atención mediática en los últimos años.