Este lunes 16, Josep Sánchez Llibre, presidente de la patronal catalana Foment del Treball, dijo que en Cataluña “vivimos en un infierno fiscal”. Lo dijo en la entrega de premios Carles Ferrer, ante Salvador Illa y varios consellers.
CATALUÑA PIERDE FRENTE A MADRID
Este miércoles 18, el INE ha publicado los datos de contabilidad regional 2023. De ahí resulta que en 2023 el peso del PIB de Cataluña sobre el conjunto de España es el 18,8% (282.000 M). Hace 5 años, en 2019, era el 19,2%. Va empeorando.
En cambio, el peso del PIB de la Comunidad de Madrid ha subido en 2023 hasta el 19,6% (293.000 M). Hace 5 años, en 2019, era el 19,3%. Va mejorando.
Sorprende que una comunidad como la madrileña, con 7,056 M de habitantes (casi todos viviendo dentro de la M-50) genere un PIB superior a una comunidad como la catalana, con 8,068 M de habitantes (un millón más).
QUÉ PASA CON EL PIB PER CAPITA
Si nos fijamos en el PIB per cápita, las diferencias son increíbles.
En Cataluña el PIB per cápita 2023 es 35.300 euros. Es algo inferior a los 36.080 euros de Italia
En Madrid el PIB per cápita 2023 es 42.200 euros. Es algo superior a los 41.330 euros de Francia.
Sobran los comentarios.
ESTO NO ERA ASÍ… ¿QUÉ HA PASADO?
Esto no era así antes del 2017. En 2017 el PIB catalán superaba en 100 M al madrileño. Y en 2023 el PIB catalán es 11.000 M inferior al madrileño. Algo ha pasado en Cataluña que le ha llevado a perder su tradicional número 1.
LA VANGUARDIA recoge con desolación los datos del INE. Y, con cierto victimismo, atribuye la pérdida de peso de Cataluña al efecto aspiradora de la capital (Madrid crece y succiona), a la ausencia de medidas efectivas de descentralización y a la competencia fiscal desleal de Ayuso.
Pero todo eso que se dice de Madrid existía exactamente igual antes de 2017. Y hasta entonces Cataluña siempre estaba por encima de Madrid. No nos explican qué ha pasado.
EL PAÍS del jueves dice que desde 2018, tras las tensiones soberanistas, Cataluña cedió el testigo a Madrid como autonomía con un mayor PIB y principal locomotora de la actividad. Y algunos economistas argumentan que también influyen las diferencias en fiscalidad.
Creemos que EL PAIS está más acertado que LA VANGUARDIA. Desde los sucesos de 2017, 7.743 empresas llevaron su domicilio social fuera de Cataluña. Y casi ninguna ha vuelto. El celebrado caso del regreso de Cementos Molins es la excepción que confirma la regla. Esas fugas no son graves desde un punto de vista económico porque el traslado del domicilio social se hace mediante un simple acuerdo del Consejo de Administración, sin desplazamiento de directivos ni instalaciones. El domicilio fiscal continúa en Cataluña. Pero es muy grave desde el punto de vista de la seguridad jurídica. Las empresas trasladan su domicilio social por el miedo a la independencia. Y no volverán mientras ese miedo no se disipe por completo. Es así de sencillo.
Y lo peor es que, mientras subsista el miedo a la independencia, muchos proyectos de inversión, españoles y extranjeros, contemplarán con recelo establecerse en Cataluña. Nadie quiere correr riesgos innecesarios.
QUÉ PUEDE HACER CATALUÑA CON SU FISCALIDAD
Hay otro factor decisivo que marca la decadencia económica de Cataluña frente a Madrid. Es la fiscalidad. Es cierto que Madrid se ha dotado de una fiscalidad atractiva. Y resulta que así se genera más riqueza y se recauda más.
Por el contrario, Cataluña se ha dotado de una fiscalidad que ahuyenta al emprendedor más valiente. Es el presidente de la patronal el que dice que Cataluña se ha convertido en un infierno fiscal. Y sabe lo que dice. Veamos una lista de los impuestos que deberían cambiar en Cataluña para dejar de ser un infierno fiscal.
1.IRPF, TRAMO AUTONÓMICO
El tipo del primer tramo de la escala catalana (entre 0 y 12.450 euros) es el 10,50%, el más alto de España. Esto afecta a rendimientos íntegros inferiores a 21.000 euros. Es decir, las rentas más modestas. En Madrid ese tipo es el 8,50%. En la escala estatal es el 9,50%. El castigo que sufren en Cataluña las rentas más modestas no tiene ningún sentido. Esto necesita una revisión urgente.
2.SUCESIONES
En muchas autonomías el Impuesto de Sucesiones casi ha desaparecido en las herencias a favor de cónyuges y descendientes. Por contra, Cataluña se empeña en mantenerlo, y a unos niveles insoportables.
Una herencia de 1.000.000 euros, a favor de un hijo mayor de 21 años, paga en Cataluña 103.137 euros. Es un buen estacazo.
Y en Madrid paga 2.626 euros.
La Generalitat tiene que revisar esto.
Recaudación prevista en Cataluña 2024: 738 M.
3.PATRIMONIO
Este impuesto no existe en ningún otro país de la UE. Y en varios países en los que existía se ha suprimido. Provoca doble imposición porque grava la renta ahorrada, que es lo que queda después de pagar IRPF y vivir. Y lo hace recurrentemente, año tras año. Penaliza el ahorro y la inversión y ahuyenta a los creadores de riqueza. Lo único sensato que debe hacerse con este impuesto es suprimirlo, lisa y llanamente. Como ha hecho la Comunidad de Madrid. Y el Estado debería aplicarse el cuento suprimiendo el Impuesto a las Grandes Fortunas. Es un castigo para el país.
Un patrimonio de 2.000.000 euros paga en Cataluña 11.175 euros al año. En Madrid, cero.
Recaudación prevista en Cataluña 2024: 633 M.
4.TRANSMISIONES PATRIMONIALES
Por comprar una casa a un particular en Cataluña el tipo normal en ITP es el 10% hasta 1.000.000 euros y el 11% sobre el exceso.
En Madrid el tipo normal es el 6%. Enorme diferencia.
5.IMPUESTOS PROPIOS
Cataluña ostenta un triste liderazgo: es la autonomía con mayor número de impuestos propios. Tiene 15. Madrid no tiene ninguno. En Cataluña hace falta una limpieza general de este capítulo.
CONCLUSIÓN
Nadie sabe qué va a pasar con el Concierto fiscal catalán. Hay un pacto entre PSC y ERC para implementar en Cataluña algo parecido al régimen fiscal vasco. Pero es muy complicado que esto se materialice.
Entretanto, es imprescindible cambiar el clima. La Generalitat tiene que tomar desde ya iniciativas que vayan sacando a Cataluña del infierno fiscal. Ponerse al nivel de Madrid en Sucesiones y Patrimonio supone para Cataluña una pérdida de recaudación de unos 1.100 M, sobre un Presupuesto de 40.000 M. Esto es asumible. Habría que marcar tendencia ya, ofreciendo un calendario de reducción a 3 años.
Si a eso le acompaña la pérdida del miedo a la independencia, Cataluña volvería ser la número 1.
