La segunda película del Joker, titulada Joker: Folie À Deux, creada por Todd Phillips, ya ha llegado a Max. El mero hecho de que esta película haya llegado a semejante plataforma abre bastantes reflexiones hacia el futuro del cine. La película se ha estrenado en Max este viernes 13 de diciembre, a pesar de tener una crítica muy mixta y muchísima polémica porque ha sido una película que ha dado muchísimo de qué hablar.
Con tan solo un 32% de nota en Rotten Tomatoes, y considerada el mayor fracaso en taquilla del año, siguen existiendo personas que defienden esta película y sigue teniendo valientes que se atreven a verla después del boca a boca negativo. Entre celebrities que la han defendido últimamente están Quentin Tarantino y John Waters.
A pesar de que a mí me ha parecido una película extraordinaria y de culto, no acabo de captar la poca democratización al subirla en una de las plataformas de Streaming más famosas. Esto invita a la reflexión. ¿Con qué criterio se añade una película a una plataforma? ¿Se añade lo que le interesa al público o lo que a la industria cinematográfica le interesa que venda? Porque claramente, esta película puede gustar o no, pero lo que está clarísimo es que no se ha hecho únicamente para agradar a las masas. ¿Va a volver aquél cine no masticado para las masas?