Detenido un hombre de 41 años por presuntamente pagar 500 euros a ciudadanos extranjeros por tres meses de trabajo. El acusado es un varón de origen uzbeko que aprovechaba las redes sociales para captar a compatriotas y a otras personas de países colindantes a Uzbekistán.
Las condiciones, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, eran muy distintas a las ofrecidas; se prometían 1.200 euros mensuales y 40 horas semanales. Sin embargo, las personas que accedieron a trabajar para este hostelero uzbeko se encontraron con jornadas interminables de más de once horas y una retribución que, en tres meses, no superó los 500 euros.
Asimismo, el presunto explotador también se habría dedicado a hacinar a sus trabajadores en una sala de su restaurante. La Policía Nacional halló en el establecimiento un solo colchón, que al parecer era el único mobiliario del que disponían para dormir. Por otro lado, sus empleados denuncian que, debido a su situación vulnerable, enfrentaban presiones y amenazas de despido, lo que podía dejarlos sin un lugar donde vivir.