Este jueves el Pleno del Congreso ha votado la ley que establece en España
un impuesto mínimo del 15% sobre el beneficio mundial de las grandes
multinacionales españolas. Aprobar esta ley era obligatorio: se trata de la
trasposición de una Directiva europea. No hacerlo nos hubiera expuesto a
sanciones.
Todos los grupos políticos estaban de acuerdo en aprobar esto. De todos
modos, no cabe esperar mucha recaudación por este asunto: casi todas las multinacionales españolas están pagando más del 15% de su beneficio
mundial. La previsión de Hacienda de recaudar por esto 2.600 M anuales es
exagerada.
Sin embargo, el Gobierno había utilizado este proyecto para aprobar una
mini-reforma fiscal a través de enmiendas. Necesita esa mini-reforma para
recaudar en 2025 al menos 5.000 M adicionales y así cumplir el Plan Fiscal
enviado a Bruselas y además poder recibir 7.200 M del quinto desembolso de
los Fondos Next Generation. No conseguirlo hubiera sido una catástrofe.
La negociación de estas enmiendas primero con Junts y PNV, luego con
Sumar, y más tarde con ERC, Bildu y Podemos ha sido un esperpento.
El pacto con Junts y PNV
Hacienda empezó pactando con Junts y PNV lo siguiente:
1.Supresión del impuestazo a las energéticas, y mantenimiento del
impuestazo a la banca.
2.Rebajar hasta el 17% / 20% el tipo de gravamen en el Impuesto sobre
Sociedades de las pequeñas / medianas empresas. Y resucitar los injustos
estacazos del Decreto-Ley de Montoro (PP) a las grandes empresas.
3.Equiparar el Impuesto Especial del gasóleo al de las gasolinas, lo que
implica una subida de 11,34 céntimos por litro. Sólo afecta a particulares.
4.Endurecer el Impuesto Especial sobre el Tabaco y crear un impuesto nuevo
sobre los vapeadores.
5.Subir del 28% al 29% el tipo de gravamen de la base del ahorro en el exceso
sobre 300.000 euros.
El pacto con Sumar
Sumar se rebotó contra la supresión del impuestazo a las energéticas y
Hacienda les contentó pactando con ellos lo siguiente:
1.Subir del 28% al 30% el tipo de gravamen de la base del ahorro en el exceso
sobre 300.000 euros.
2.Crear nuevos impuestos sobre aviones privados, yates y coches de lujo.
3.Acabar con la exención de las Viviendas de Uso Turístico en IVA,
haciéndolas tributar al 21%.
4.Acabar con la exención de las primas de los seguros de salud en el
Impuesto sobre las Primas de Seguros, haciéndolas tributar al 8%.
5.Acabar con la exención de las SOCIMIS en el Impuesto sobre Sociedades,
haciéndolas tributar al 25%.
Cómo han reaccionado los demás
El pacto con Sumar ha provocado una furiosa reacción de Junts y PNV. Les
parece fatal que, para contentarles, Hacienda ataque sectores muy sensibles
como las Viviendas de Uso Turístico, los Seguros de Salud o las SOCIMIS.
Por otra parte, ERC, Bildu y Podemos no aceptan la supresión del Impuestazo
a las energéticas. Y que no se haya contado con ellos.
Los votos de estas seis formaciones son imprescindibles para aprobar la ley.
Perdiendo 4 votos, como los que tiene Podemos, todo se va al traste.
Hacienda estaba en un callejón sin salida.
Durante esta semana, Hacienda ha negociado agónicamente con estos seis
grupos. Al filo de lo imposible. Y este jueves 21 ha conseguido encontrar un
hueco que le permite salir del callejón.
El resultado final
Veamos lo que se ha aprobado en el Pleno de este jueves, con los votos del
PSOE y sus socios:
1.Se aprueba la normativa que establece un tipo mínimo del 15% sobre el
beneficio mundial de las grandes multinacionales españolas.
También se aprueban unas medidas para atajar el fraude fiscal que se está
produciendo en el IVA de los hidrocarburos. Grave asunto.
2. Respecto al pacto con Junts y PNV:
a) Se saca de la ley el impuestazo a las energéticas. Este tema se dilucidará
en una proposición de ley que deberá aprobarse antes de fin de año. La idea
es que el impuestazo se mantenga, pero permitiendo deducir en cuota un
porcentaje de las inversiones en descarbonización. (Junts y PNV seguirán
teniendo la sartén por el mango y harán lo que quieran. Insistirán en la
supresión. Las energéticas necesitan saber ya a qué atenerse).
b) Se mantiene, agravado, el impuestazo a los bancos. Por tres años más. Y
con un tipo progresivo que llega hasta el 7%. La recaudación de este
impuesto se repartirá entre las CA.AA. en proporción a su PIB; esto es un
disparate. (Aparte de esto, la izquierda no es sensible al quebranto que el
impuestazo provoca en la capacidad de conceder crédito).
c) Se rebaja hasta el 17% – 20% el tipo de gravamen en el Impuesto sobre
Sociedades de las pequeñas y medianas empresas; esto es digno de aplauso.
Pero se resucitan los injustos estacazos del Decreto-Ley de Montoro (PP) a
las grandes empresas; esto es lamentable.
d)No se equipara el impuesto especial del gasóleo con la gasolina (no hay
forma de entender esto).
e)Se endurece el impuesto especial sobre el tabaco y se crea otro nuevo
sobre los vapeadores.
f)Respecto al tipo de gravamen aplicable en la base del ahorro del IRPF en el
exceso sobre 300.000 euros: pasa del 28% al 30% (como quería Sumar).
3. Respecto al pacto con Sumar:
Se rechazan casi todas las enmiendas pactadas con Sumar. De este modo,
no habrá castigo para aviones privados, yates y coches de lujo, ni tampoco
para Viviendas de Uso Turístico, Primas de Seguros de Salud y SOCIMIS. Todo
esto continúa como estaba. También se rechaza la creación de un impuesto
estatal a las grandes herencias.
Sólo se acepta que, en la base del ahorro del IRPF, el exceso sobre 300.000
euros tribute al 30%.
Conclusiones
1. No hay ninguna seriedad en el diseño de la política fiscal. Está claro que
puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Depende de las
ocurrencias de alguno de los seis socios del Gobierno. Esto es fatal para que
las empresas sepan a qué atenerse.
2. Siguen las espadas en alto respecto al impuestazo energético. Junts y PNV
han aceptado dejarlo aparte y discutirlo antes de fin de año. Tienen fuerza
suficiente para tumbarlo, no aprobando su prórroga.
3. El papel desarrollado por Sumar es cada vez más irrelevante. Todas sus
propuestas, viciadas de populismo, se han convertido en papel mojado.
4. Con sus 4 diputados, Podemos está dispuesto a todo. No le importaría
hacer descarrilar al Gobierno.
5. La discusión de los Presupuestos será una tortura para el Gobierno.