La digestión de la derrota esta siendo difícil para los demócratas y ha provocado sonoras discrepancias a la hora de analizar las causas de una derrota que ha sido inesperada.
La versión oficial es que la derrota se debe al racismo y sexismo estructural de la sociedad norteamericana. Según este punto de vista, EE.UU no estaría preparada para una presidenta como Kamala Harris por ser mujer y negra. A ello habría que añadir el papel de las redes sociales, en especial X y su propietario Elon Musk, que habrían desinformado y dado alas a las propuestas trumpistas.
Frente a esta versión cada vez son más los comunicadores vinculados al partido demócrata, como por ejemplo el presentador de Real Time, Bill Maher, o los copresentadores de Morning Joe que discrepan y centran su análisis en la autocrítica. Maher, en una conversación con el actor William Shatner, atribuyó la derrota al retraso en la sustitución de Biden, que facilitó la nominación de Harris sin primarias, que no era una gran candidata y, de hecho, fracasó en las primarias de 2020. Según Maher, no basta con la identidad de la candidata, hace falta algo más.
Hombres biológicos
Otras razones alegadas por los críticos son los excesos de las políticas «conscientes», la política migratoria y la seguridad y la inflación. Temas concretos conflictivos son la participación de hombres biológicos en deportes femeninos y las políticas transgénero.
Subyace una lucha entre el sector más izquierdista y woke y los que piensan que el partido debe volver al centro político, alejándose del fundamentalismo actual. Si a ello unimos el posicionamiento pro Hamas del ala izquierda de los demócratas, no es de extrañar que algunos ya hablen de una posible ruptura del partido.