La Policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra ha llevado a cabo una exitosa operación para desmantelar un grupo criminal dedicado al cultivo de marihuana en diversas localidades de Cataluña, con epicentro en Mataró. Este jueves, un despliegue policial en Tarragona, Mataró, Sant Iscle de Vallalta, Malgrat de Mar, Cervelló y Matadepera ha resultado en la detención de ocho personas, incluidos los principales líderes de la organización.
La investigación, que comenzó a finales de julio de 2024, reveló la existencia de varias plantaciones de marihuana gestionadas por un grupo delictivo establecido en el Maresme. Los agentes detectaron que los líderes del grupo se desplazaban entre distintos domicilios, llevando suministros a los “jardineros” que trabajaban en condiciones de aislamiento, incluso pasando semanas sin salir.
Durante la operación, se incautaron más de 3.000 plantas de marihuana, 30 kilos de cogollos y tres vehículos utilizados para la actividad delictiva. La investigación también descubrió que los implicados manipulaban contadores eléctricos para defraudar el suministro, lo que indicaba un consumo eléctrico anormalmente alto en los domicilios investigados.
Signos de preocupación
Un episodio inquietante ocurrió el 24 de septiembre, cuando dos individuos salieron de una de las casas en Maçanet de la Selva, mostrando signos de preocupación. Esa misma noche, un abogado alertó a la policía sobre la muerte de una persona en la vivienda, que resultó ser un jardinero responsable del cultivo de más de 900 plantas de marihuana. La autopsia confirmó que la muerte fue por causas naturales.
Desarticulem un grup criminal establert a Mataró que controlava plantacions de marihuana de clausura arreu del territori en cases llogades per 10.000 €
Hi tenien «jardiners» que no sortien a l’exterior, amb les persianes baixades i els portaven el menjar per no ser detectats pic.twitter.com/WZm6Xc2FOF— Mossos (@mossos) October 12, 2024
Los Mossos d’Esquadra detectaron que el grupo criminal había alterado sus rutinas tras este suceso, trasladándose a otros domicilios y manteniendo un comportamiento discreto para evitar ser detectados. Las casas donde se llevaban a cabo los cultivos eran prácticamente invisibles, con ventanas cerradas y sin actividad visible, salvo la llegada de suministros.
La operación destaca la complejidad y el riesgo del tráfico de drogas en Cataluña, así como la labor de las autoridades para combatir estos delitos. Los detenidos han sido puestos a disposición judicial, y la investigación continúa en curso.