La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha exigido al director general de la Policía autonómica, Josep Lluís Trapero, una reunión urgente tras conocer el escrito remitido por este a la Comisión Jurídica de la entidad separatista explicando que grupos violentos se encontraban participaron en la protesta del 8 de agosto en Barcelona. Una protesta que sirvió como coartada para facilitar la fuga de Carles Puigdemont de la capital catalana y que llevó a los Mossos a tener que emplear gas pimienta para disolver a los violentos.
Según recoge El Nacional, la ANC, presidida ahora por Lluís Llach, ha negado que se produjeran acciones violentas a las puertas del parque de la Ciutadella y ha insistido en que la policía autonómica no tendría que haber utilizado gas pimienta. Lo cierto es que sí hubo ciertos conatos de violencia por parte de los manifestantes, que lograron romper el cordón policial y acceder al parque. No consiguieron, sin embargo, entrar en el Parlament, donde se desarrollaba en esos momentos la sesión de investidura de Salvador Illa.
La ANC ha asegurado en su respuesta a Trapero que «todavía hay una persona en tratamiento» por lo sucedido aquella jornada en Barcelona. Y ha calificado de «desproporcionado» el dispositivo policial activado por los Mossos ante la cita que tenía como objetivo recibir a Puigdemont, en su retorno fugaz a Barcelona y a pesar de la orden de detención que pesa sobre él.