En la reunión del Comité Federal del PSOE de este sábado 7 Pedro Sánchez hizo una declaración asombrosa:
… hay Gobierno para largo… tenemos las pilas cargadas… vamos a avanzar con determinación… con o sin el concurso de un PoderLegislativo que necesariamente tiene que ser más constructivo y menos restrictivo…
Posteriormente nos aclararon que lo que el Presidente quiso decir es que el Gobierno piensa agotar la legislatura (hasta julio de 2027) haga lo que haga el Congreso de los Diputados. Es justamente lo que habíamos entendido.
Teníamos claro que el Senado no le importa nada a Pedro Sánchez. Para él, la mayoría del PP convierte al Senado en un detritus político, y por eso le arrebató (inconstitucionalmente) una de sus pocas competencias reales, como es aprobar los Objetivos de Estabilidad Presupuestaria. Pero la novedad hoy radica en que tampoco parece importarle el Congreso.
Cómo se gobierna sin contar con el Congreso
Desde un punto de vista constitucional, gobernar sin contar con el Congreso significa renunciar a la aprobación de toda norma de rango legal, incluidos los Decretos-Leyes, que sería imposible convalidar. Significa renunciar a tener Presupuestos Generales del Estado, herramienta básica e imprescindible de toda acción gubernamental. Eso equivale a prorrogar indefinidamente los últimos Presupuestos aprobados (los de 2023) para los años 2025, 2026 y 2027. Como ya se ha hecho en 2024. Significa gobernar a base de simples Decretos u Ordenes Ministeriales.
Desde un punto de vista político, gobernar sin contar con el Congreso significa volver la espalda al órgano que representa la soberanía del pueblo español, órgano del que procede la legitimidad del Gobierno. Y significa renunciar a todo proyecto de avance social, para instalarse en una parálisis sin futuro. Equivale a implantar una democracia coja, de cariz autoritario. Inaceptable.
¿Es posible gobernar así?
A la vista de la composición del Congreso de los Diputados, y si se carece de dignidad política, no es imposible que el Gobierno pueda resistir así una buena temporada. Con la Constitución en la mano, la única forma de derrocar al Gobierno es a través de una moción de censura constructiva, en la que debe proponerse un candidato alternativo. Tal como están las cosas, no vemos a ese candidato. En consecuencia, el Gobierno podría aguantar hasta julio de 2027.
¿Es probable que esto ocurra?
Todo depende de los 7 diputados de Junts. Si estos diputados mantienen su actitud actual, el Gobierno no conseguirá aprobar nada en el Congreso. Ya tumbaron los Objetivos de Estabilidad Presupuestaria (techo de gasto, déficit y deuda pública), bloqueando la aprobación de los Presupuestos 2025. También tumbaron la reforma de la Ley de Extranjería.
¿Qué va a pasar con la Ley de Presupuestos de 2025?
El Consejo de Ministros de este martes 10 ha vuelto a aprobar el mismo acuerdo del pasado mes de julio sobre los Objetivos de Estabilidad Presupuestaria del período 2025-2027 para su remisión a las Cortes Generales. Es la base para la aprobación de los Presupuestos 2025. Se prevé un déficit del 2,5% en 2025 y del 2,1% en 2026. Y un techo de Gasto no financiero de 195.000 millones. El Gobierno parece empeñado en aprobar esos Presupuestos, pero se expone a hacer de nuevo el ridículo.
¿Qué hará Junts a la hora de votar esos Objetivos en el Congreso? Tengamos en cuenta que Junts ha convocado su Congreso para los días 25, 26 y 27 de Octubre. Es un Congreso decisivo. Está sobre la mesa el liderazgo de Puigdemont. Y sigue muy vivo su enfrentamiento con ERC, a quien acusan de romper la unidad independentista al pactar con el PSC.
Junts ya ha anunciado que tumbará de nuevo los Objetivos de Estabilidad Presupuestaria. Así pues, no parece posible aprobar los Presupuestos 2025 y habrá que prorrogar, otra vez, los Presupuestos de 2023. Un batacazo político absoluto. Ante esa amenaza, Pedro Sánchez se cura en salud y por eso dice que no necesitan el concurso del poder legislativo para seguir gobernando.
Tampoco están claras las cosas en ERC, que ha convocado su Congreso para el 30 de noviembre. También decisivo. En ERC todo depende de cómo evolucione el tema del Concierto fiscal catalán. Que es un tema que privilegia fuertemente a Cataluña en perjuicio de las demás Comunidades, y que será muy complicado sacar adelante. A este respecto, Junts, muy crítico con el acuerdo PSC-ERC, exige que el Concierto catalán se garantice mediante una Disposición Adicional en la Constitución como la que tiene el País Vasco. Es una exigencia lógica pues esta es la única manera de conseguir que el Concierto catalán sea una realidad.
El tema del Concierto catalán versus financiación autonómica está que arde. Buena prueba de ello es que Hacienda acaba de cancelar la ronda de reuniones con las CCAA para la quita de la deuda. Espadas en alto.
El informe Draghi
Va a ser imposible aguantar sin aprobar reformas. Entre otras cosas, la UE tiene que enfrentarse a retos tremendos, que van a exigir decisiones fundamentales en los Estados miembros. El Informe elaborado por Mario Draghi, a petición de la Comisión Europea, es muy revelador. Si quiere ser alguien entre EEUU y China, la UE necesita una revolución en productividad y competitividad, en innovación y tecnología. Reindustrializarse. Eso sólo puede hacerse fortaleciendo la unión política y económica y avanzando hacia una UE federal. Entre otras cosas, eso precisa de unos 800.000 millones anuales, que saldrán de emisiones de deuda conjunta. ¿Cómo se va a aprobar todo eso, en la parte que le toca a España, sin el Congreso?
Draghi también se refiere al ineludible incremento del gasto en Defensa. En este capítulo, España tiene que pasar ya del 1,23% al 2% del PIB. Esto habrá que hacerlo gane quien gane la Presidencia en EEUU. Y supone 11.000 millones más (datos de 2023). ¿En qué Presupuesto se va a aprobar esto?
Utilizando uno de los mantras de Sánchez, ¿cómo va a endurecer, sin una ley del Congreso, la fiscalidad de los que tienen en el Banco dinero para vivir cien vidas?
Pedro Sánchez querrá superar este bloqueo. De momento, ha convocado para noviembre un Congreso extraordinario del PSOE en el que laminará toda disidencia. Mientras tanto, algo se le ocurrirá para convencer a Junts. Da miedo pensarlo.
Y todo esto pasa en el momento más bajo del independentismo catalán.