Arquitecta y docente, colabora con el Departamento de proyectos urbanos del Ajuntament de Barcelona desde el año 1996. Ha trabajado en la transformación urbana de espacios públicos como el Passeig de Sant Joan de Barcelona, y ha realizado proyectos de paisaje e intervención arqueológica, como la adecuación del Fòrum Romà d’Empúries. Autora del proyecto de 45 viviendas sociales en el centro de Manresa, desde el año 2017 co-dirige, junto a Olga Tarrasó el equipo de urbanización Km_Zero, ganador del Proyecto de reforma de la Rambla de Barcelona, actualmente en construcción.
Los barceloneses han dejado de ir a las Ramblas. ¿Por qué?
Los turistas cruzan las Ramblas de arriba abajo. Los barceloneses lo hacen transversalmente, del Raval al Gótico o viceversa, para ir al Liceo el Teatro Poliorama, a la Virreina, Santa Mónica o al Palau Moja pero pocas de arriba abajo, porque están saturadas de turistas y es una carrera de obstáculos, mientras que los kioscos casi no venden prensa, están más orientados al turista.
¿Recuerda un tiempo en el que no fue así?
Si, antes de los Juegos Olímpicos del 92. Recuerdo que uno de los cafés históricos era el café de la Ópera o el entorno de la Plaza Real, los bares de la zona. Se ha producido un desplazamiento de intereses y un monocultivo de souvenirs, un negocio que, según Itziar, no es del todo claro porque no tiene gran afluencia de clientes pero ocupa plantas bajas con costos muy elevados.
¿Cómo se otorgó el proyecto de reforma de las Ramblas?
Es fruto de un concurso internacional que se concretó el 2017, organizado por el equipo municipal de Ada Colau. Se presentaron 6 propuestas de equipos de todo el mundo. Ganamos con un equipo totalmente local, liderado por Itziar Gonzalez, la ex regidora de Ciutat Vella.
Itziar Gonzáles ¿tuvo un papel clave?
Es experta en participación ciudadana y relación con la ciudadanía, así como en vivienda y comercio. Reclutó a unos 15 profesionales: arquitectos, ingenieros, biólogos, expertos en turismo, economistas, abogados, historiadores, sociólogos, etc.
¿Qué propuesta presentaron?
Se presentó una propuesta metodológica, en dos partes: las estrategias de actuación, que son previas y la ejecución de las Ramblas.
¿Qué hicieron para las estrategias de actuación?
Se convocó a diferentes agentes, tanto ciudadanía (bares, restaurantes, residentes, trabajadores y entorno del barrio), como urbanistas y personal del ayuntamiento de las áreas de movilidad, accesibilidad, limpieza, telecomunicaciones, saneamiento y espacios verdes. Entre todos, consensuamos hacia dónde íbamos, y validamos el proyecto.
Como parte de estas estrategias, se planteaba un plan de usos…
Si. Para definir los usos del espacio y las plantas bajas, con el objetivo de mejorar el entorno a nivel estratégico y comercial, etc. Es absolutamente necesario y todavía no existe ahora.
¿Hay voluntad de hacerlo?
Sobre este tema hemos estado luchando, pero no sé en qué estado lo tiene ahora el ayuntamiento.
Usted es responsable de la ejecución…
Somos responsables Olga Tarrasó y yo, como codirectoras de obra. Tenemos experiencia en proyectos de espacio urbano. Yo diseñé el Passeig de Sant Joan y Olga trabajó en el proyecto del paseo Joan de Borbón.
¿Cuándo se inició el proyecto ejecutivo?
Empezamos el 2019. El 2020 ya lo teníamos a punto, pero en esos momentos, el equipo de Ada Colau tenía otras prioridades. Y después, vino el COVID.
¿Cuándo se inició realmente?
En el 2022, se inició una primera fase en la parte de Colón, actualmente casi ejecutada, porque sólo faltan el árbol y la vegetación, que no se han podido plantar a consecuencia de la sequía. Lo haremos en septiembre u octubre.
Cambio de gobierno ¿y cambio de proyecto?
El equipo de Collboni lo aprueba tal como está, porque es prioritario para la ciudad. Lo finalizaremos por completo en 3 años, desde la parte ya ejecutada hasta la Plaça de Catalunya. No se hará por fases, sino de una sola vez.
¿Qué compatibilidad tiene el urbanismo de los Comunes con el del PSC?
El proyecto fue consensuado por todos los partidos. Por tanto, es un proyecto ya pactado.
¿Cuál fue su propuesta?
Básicamente, recuperar los pasos peatonales naturales de la ciudad. No planteamos unas vías de acceso para turistas, sino para la ciudad de Barcelona. En la que siempre habrá personas que nos visiten, obviamente.
Eso ¿qué implica?
Quienes nos visitan lo harán en un espacio ordenado, con flujos que funcionarán sin sobreocupación, accesible para peatones y para el transporte público. Para ello, ampliaremos el paseo central y las aceras, y minimizamos los carriles de circulación, que actualmente, son 2 de bajada y 2 de subida y tienen zonas de aparcamiento.
¿Cuál es el objetivo de los pasos peatonales?
Recuperar la identidad y la accesibilidad a pie. Prioridad para los peatones, tanto en el paseo central como en aceras y cruces. Para los vehículos, un sólo carril de circulación de bajada y otro de subida, ambos de 3’5 metros, compartidos con autobuses, taxis, vecinos, y carga descarga.
¿Cualquier vehículo podrá circular por los carriles?
No. Tendrán que ser vecinos o acreditar actividad comercial en las Ramblas.
¿Qué se conseguirá con esto?
Disminuirá la densidad de tránsito. Ahora hay cámaras y está regulado, pero se regulará mucho más con un solo carril y mejorando la accesibilidad para los ciudadanos. Racionalizando el espacio, que aún es bastante caótico.
¿Y los kioscos de prensa y de flores?
Los antiguos kioscos de pájaros, que ahora dedican a productos artesanales, y los nuevos kioscos no continuarán. Se mantendrán los kioscos de prensa históricos y los de flores, estos, concretamente, frente al Mercat de la Boquería, donde siempre habían estado.
¿Cómo será el pavimento?
Actualmente, en las Ramblas hay 7 u 8 tipos de pavimentos, 20 tipos de farolas, y 80 armarios de instalaciones, muchos de ellos obsoletos. Lo racionalizaremos. Usaremos pavimento de pórfido y granito, en las 3 grandes plazas con un contexto arquitectónico singular.
¿De qué 3 plazas estamos hablando?
De 3 de las antiguas puertas de entrada a la ciudad. Una es Portaferrisa, la otra es el Pla Miró, y la otra es el Pla del Teatre. Con el cambio de pavimento, visibilizaremos unos espacios en los que el viandante tendrá prioridad.
¿Un respeto a la Barcelona medieval?
Si, a los flujos de personas de la Rambla original, que perviven en las 3 plazas, algo interesante también a nivel histórico, para explicar Barcelona a través de las Ramblas.