Otro verano caliente en la política catalana. Con consecuencias directas en la gobernabilidad de España. Lo que parecía imposible hace 5 años, mañana puede hacerse realidad: Puigdemont vuelve a Catalunya para reventar la investidura de Salvador Illa. Un clásico del procés, el día de la marmota en la política catalana. Porque, pese a que algunos crean que hay avances, volvemos a lo de siempre porque los de siempre no se mueven de sus posiciones. No se superan las brechas.
ERC y Junts quieren la independencia de Catalunya. Tras el fiasco del 1-O, ambos partidos han optado por dos estrategias diferentes: la confrontación por parte de Junts y la negociación por parte de ERC. Pero sin moverse ni un centímetro de sus posiciones. Y quieren lo mismo de siempre: más financiación y más competencias. Para que, si un día tienen mayoría, la (des)conexión con el resto de España sea más fácil.
La convivencia preocupa poco y los problemas reales de los catalanes no ocupan la agenda política catalana. Los ciudadanos lo saben y, por eso, cada día el apoyo social a la independencia es menor. Porque la confrontación y las brechas nunca son la solución.
La inestabilidad política que hay en Catalunya desde hace más de una década ha hecho que, de ser una comunidad moderna, abierta al mundo, con ambición y que lideraba España, se haya convertido en una comunidad autónoma instalada en el bucle de la mediocridad.
Y quieren lo mismo de siempre: más financiación y más competencias
El procés nos ha llevado a la irrelevancia. La inestabilidad política e institucional instalada en Catalunya se ha trasladado al resto del país, donde a día de hoy hay más dudas que certezas sobre el futuro de la legislatura. Y sobre todo desde que Carles Puigdemont ha decidido “dinamitar” la investidura de Salvador Illa. A unas horas de la votación, nadie sabe qué sucederá.
Porque en Catalunya, hasta que no se vota, todo es posible. Por eso es necesario (ahora más que nunca) superar las brechas del procés y que en la agenda política catalana esté el promover mejores políticas públicas que transformen Catalunya y vuelvan a llevarla a liderar España.