La politicas nacionalistas, que priman lo identitario y simbólico por encima de cuestiones prácticas, son en parte responsables del declive económico de Cataluña, según varios expertos. No en vano, el economista Ferran Brunet, colaborador de ElLiberal.cat, ya advirtió que el procés había supuesto el 4,6% del PIB catalán. En esta línea se suele pronunciar la entidad constitucionalista Empresaris de Catalunya, que acaba de recordar que el preacuerdo de PSC y ERC para investir al socialista Illa es una «reedición de los tripartitos que arruinaron a Cataluña multiplicando por tres su deuda en siete años», han señalado en un comunicado.
«El pacto anunciado es de carácter político, con medidas que no ayudan a las empresas, ni a la economía, y que solo suponen fuentes de exclusión o conflicto como la exclusión del español mediante una Conselleria del catalán o la creación de selecciones deportivas catalanas», ha manifestado el presidente de la entidad, Josep Bou. Asimismo, estima que administrar la gestión de todos los impuestos mediante la Agencia Tributaria de Cataluña representa «romper el principio de solidaridad entre españoles». Un escenario que, alertan, aumentará la inseguridad jurídica, la inquietud sobre la presión fiscal futura y el riesgo de que las empresas aceleran su fuga de la comunidad catalana.