El preacuerdo alcanzado entre PSC y ERC para investir a Illa —que incluye un concierto económico para Cataluña así como un nuevo blindaje a la exclusión del castellano escolar— ha suscitado, como era previsible, reacciones encontradas. Por una parte, el constitucionalismo ha cargado contra la «soberana fiscal» plasmada en el acuerdo, en concreto con el hecho de que se defina como «concierto económico solidario».
El columnista de El País Daniel Gascón, por ejemplo, ha reaccionado publicando en X una fotografía de George Orwell, en referencia al «doble lenguaje» denunciado por el escritor inglés en su obra 1984. Por su parte, el escritor Alberto Olmos, ha reflexionado: «”Concierto económico solidario”: el cinismo de esta gente es la rehostia».
Asimismo, en otro tuit, ha ironizado: «Mañana un padre deja de pagar la pensión a su ex mujer y lo llamamos «mejora de recursos familiares”». Mientras, el nacionalismo se muestra complacido, aunque aún recela del logro obtenido. Por ejemplo, el subdirector del diario secesionista Ara, David Miró, ha señalado: «Si lo que dice ERC es verdad, estamos ante un acuerdo histórico. Si no, el descrédito será monumental».
Por otra parte, voces de la izquierda catalanista han celebrado el acuerdo. Ha sido el caso del editor del semanario El Triangle, Jaume Reixach: «¡Fumata blanca en Calabria! Cataluña es mar y montaña. Por fin se reencontrarán y trabajarán juntas por el bien de todos, con Salvador Illa, el nuevo Josep Tarradellas, presidente. Gran día para la esperanza en un futuro mejor. ¡Viva Cataluña!».