Recta final de las negociaciones entre el PSC y ERC para investir al socialista Salvador Illa. Y es que esta semana se cumple el plazo que los republicanos se fijaron para alcanzar un preacuerdo con los socialistas que haga posible la investidura —concretamente este miércoles 31 de julio—. Un acuerdo que, en todo caso, deberá ser ratificado por las bases republicanas, en las que, según ha revelado la portavoz Raquel Sanz, reina la «desconfianza» hacia los socialistas —escollo que podría dar al traste con la investidura pero que podría tratarse de un «farol» republicano para presionar a los socialistas—. En cualquier caso, la visita de Sánchez a Aragonès la semana pasada indica lo avanzado de la negociación.
De otra parte, la fecha límite para investir a un presidente es el próximo 26 de agosto, pues en caso de no tener lugar habrían del convocarse nuevas elecciones. El meollo del acuerdo reside en la «soberanía fiscal» plena que pretende ERC y a la que los socialistas se oponen. Así, algunas fuentes señalan se llegará a un punto intermedio entre un modelo como el concierto vasco propuesto por ERC y el consorcio tributario ofertado por el PSC. Por otro lado, Puigdemont amenaza con regresar a Cataluña si se pone fecha a la investidura, lo que en principio implicaría su detención e ingreso en prisión —un «chantaje sentimental» a las bases que les pondría difícil dar el sí a Illa—.