A los ‘progresistas’ de ERC y EH Bildu, dos partidos hermanados por su desprecio y rencor hacia a cualquier asunto relacionado con España, incluida la lengua común en la que ellos hablan cuando se juntan, parece habérseles atragantado el triunfo de la selección española en la final de la Eurocopa el 14 de julio y la pesada digestión de jamón ibérico pata negra les ha nublado más de lo habitual su discurso, casi siempre crudo, zafio y hasta cruel en ocasiones. Debió resultarles muy doloroso ver la complicidad de tantos jugadores nacidos en todos los rincones de España, Francia y Alemania, escucharles defender sin titubeos, medias palabras ni fisuras su compromiso con la selección española, un compromiso, todo sea dicho, muy bien remunerado.
Debió disgustarles también sobremanera la cálida acogida de vestuario al rey Felipe VI tras la victoria frente a Italia, el protagonismo del jefe del Estado en la ceremonia de entrega de medallas y la copa tras vencer a Inglaterra, y la participación del Rey y la infanta Leonor en la celebración a pie de campo tras completar un campeonato impecable de principio a fin. Pero, sin duda, lo que más debió dolerles es la atención que suscitó el torneo entre los ciudadanos de a pie en todos los rincones del país, España, la euforia que se desató al ganar el campeonato en la mayoría de ciudades y pueblos, sin excepción, la recepción multitudinaria de que fueron objeto los jugadores por las calles de Madrid, y, como colofón, la celebración desenfadada en la emblemática plaza de Cibeles. Demasiado para sus rencorosos ‘bodies’, como se decía antaño.
No pueden negarse
Otegui afirmó “nunca me voy a alegrar cuando gana España. No es mi selección, no es mi Rey y no es mi himno”, y alegó que “los jugadores vascos no tiene opción de jugar con la selección vasca porque el Estado español nos niega eso”. Aunque es cierto que los futbolistas no pueden negarse a formar parte de la selección cuando son convocados, olvidó Otegui mencionar que ninguno de los 26 convocados (27 incluyendo a Gavi) se mostró enfadado al ser llamado por Luis de la Fuente sino todo lo contrario, con independencia del equipo donde juega profesionalmente y el lugar donde vino al mundo. Todos sin excepción se mostraron encantados y felices durante la larga concentración y todos celebraron los triunfos con enorme satisfacción, más allá de las diferencias lógicas de personalidad de cada uno. La parte curiosa de las declaraciones del condenado por pertenencia a banda armada es que, pese a declarase aficionado al fútbol, confesó no haber visto la final por no sentirse representado. Me temo que con su pueblerina actitud debe ver muy poco fútbol y estar cabreado casi siempre, salvo cuando juega la selección vasca. Pobrecito.
Cuadro 1. Selección española en la Eurocopa 2024
La salida de Rufián
Por el lado catalán, el encargado de desafinar fue Rufián, diputado de ERC, quien en la tribuna del Congreso resumió (éste parece que sí vio el partido) así el triunfo de la selección: “al final son catalanes y vascos creando y rematando y españoles aprovechándolo uno vez más”. No tengo ninguna duda de que su sagacidad como analista deportivo le augura un futuro brillante cuando deje el Congreso. Como puede comprobarse en el Cuadro 1, si bien es cierto que un buen número de los integrantes de la selección con una participación relevante (minutos jugados y goles marcados) en el torneo juegan en la Real Sociedad, Athletic Club y F. C. Barcelona. varios de ellos nacieron en otros lugares de España y Francia, y a algunos, como ocurre con Yamal y Williams, resulta bastante complicado encontrarles los genes creadores que, según Rufián, son propios de catalanes y vascos.
De todos modos, como economista, tengo que reconocer que me siento en deuda con el diputado republicano por haberme sacado de un error grave que arrastraba desde hace décadas. Creía yo antes de leer sus lúcidas declaraciones que algunos empresarios en el País Vasco y Cataluña se habían aprovechado de los elevados aranceles sobre las importaciones industriales impuestos, a instancias de las élites vascas y catalanas, por los gobiernos de España en el siglo XIX y hasta 1986 en el siglo XX, y que habían sido los españoles, vascos y catalanes incluidos, quienes habían soportado la factura. Pero nunca es tarde para salir de un error tan evidente. Gracias por su sutil análisis, tan fino y preciso como el cálculo del expolio fiscal que ERC dice padecer Cataluña. A partir de ahora, le reservo un lugar junto al ministro Puente, otro ejemplo vivo de sutileza y profundidad analítica. A buen seguro que ambos hacen buenas migas y mantienen una relación privilegiada.
Puestos a sacar conclusiones de carácter territorial, la única circunstancia destacable y hasta digna de estudio es que dos integrantes de la selección (tres incluyendo a Páez Gaviria, Gavi) nacieran en Los Palacios y Vilafranca, provincia de Sevilla. Y otro hecho asimismo relevante para entender el éxito de la selección española en la Eurocopa 2024 es que todos los jugadores militan en equipos bregados en competiciones internacionales, unos dentro y otros fuera de España. Calidad, tenacidad, dedicación y compromiso con la selección son las claves del éxito alcanzado. Quienes disfrutamos viendo el brillante juego desplegado por la selección española en Alemania sólo podemos felicitarles, darles las gracias y desearles lo mejor en el próximo campeonato del mundo.