Tras el archivo de Tsunami, la llegada de Marta Rovira a Cataluña ha destacado por su puesta en escena. En torno a las 9 de esta mañana, Rovira ha llegado a Cantallops, en el Alt Empordà, la localidad del diputado republicano Ruben Wagensberg, que también ha regresado de Suiza junto el vicepresidente primero de Òmnium Cultural, Oleguer Serra; el empresario Josep Campmajó y el periodista Jesús Rodríguez. Justo antes, en la localidad gala de Sales, en el sur de Francia, han sido recibidos en un acto de homenaje con pretensiones de épica en la Porta dels Paisos Catalans, donde han ondeado una bandera estelada ante las cámaras de los periodistas.
El acto ha recibido críticas por su fuerte escenificación y falta de naturalidad. Así lo ha hecho, por ejemplo, la Plataforma TVE Libre, un colectivo dentro del canal público que denuncia su control por el Gobierno central, que ha criticado la atención prestada al acto por TVE, convirtiéndolo en «acontecimiento nacional». Por su parte, el conocido activista en redes Guaje Salvaje ha escrito: «Ridículo de TV3: «Momento emotivo por la llegada a los Paisos Catalans» de la golpista Marta Rovira y los fugados de Tsunami. 1º Llegan a Salses, Francia. 2º Solo los reciben políticos y periodistas. 3º No son exiliados ni héroes, sino prófugos».
