Los ataques de los turismofóbicos a turistas en Barcelona el pasado sábado se han convertido en noticia que aún genera atención. Medios internacionales han recogido las protestas convocadas este fin de semana en la capital catalana con el fin de mostrar el rechazo de los manifestantes a las consecuencias que tiene para la ciudad la saturación turística. Manifestaciones orquestadas por organizaciones y partidos de la izquierda radical y separatista y que se saldaron con ataques con agua a algunos turistas que se encontraban en ese momento en el centro de la ciudad.
Warga Barcelona berunjuk rasa menentang turisme massal. Mereka membawa poster dan spanduk yang bertuliskan, ‘Turis pulang’ dan ‘Barcelona tidak dijual’. Mereka juga menyemprotkan air pada turis di restoran. pic.twitter.com/tliTEqZQzG— BBC News Indonesia (@BBCIndonesia) July 8, 2024
Un debate global
El debate sobre la masificación turística está hoy sobre la mesa de los gobiernos de numerosos destinos en los que esta situación está provocando problemas de convivencia con los residentes. Es el caso de Baleares, donde la vivienda, por ejemplo, está alcanzando precios estratosféricos que están obligando a muchos trabajadores de temporada a vivir en caravanas y tiendas de campaña. En el caso de Barcelona, se produce la misma tensión en los precios de los pisos, muchos de ellos destinados hoy al alquiler turístico. Pero lo sucedido este sábado en la ciudad, insultos y lanzamientos de agua contra turistas, ha merecido duras críticas no solo por parte del sector turístico, sino, incluso, por parte de aquellos que consideran que contra la masificación y el incivismo se debe actuar con medidas razonables. Es el caso del medio separatista Vilaweb, que ha publicado un reportaje en el que contrapone la actitud de los turismofóbicos barceloneses con la decisión de la oficina de turismo de Copenhagen de premiar a aquellos turistas que muestren respeto por el destino.
Shocking moment tourists cower as Barcelona protesters blast them with water pistolshttps://t.co/WF29C9aCcx— The Sun (@TheSun) July 8, 2024
El 10% del PIB
Barcelona recibió en 2023 un total de 25,8 millones de visitantes, que se alojaron en hoteles, campings y establecimientos de turismo rural. Solo entre enero y mayo de 2024 la cifra de turistas llegados a la capital ha sido de 8,8 millones, un 4,8% de los registrados en el mismo periodo del año anterior, según ha recogido ViaEmpresa. Los ingresos por turismo son ya el 10% del PIB catalán y a ello se suma que el 52% de los 141.000 puestos de trabajo creados en 2023 fueron para sectores vinculados a esta industria. Unas cifras que demuestran la importancia de este sector para Barcelona. El alcalde, Jaume Collboni, ha lanzado un mensaje de tranquilidad, aunque sin entrar a analizar lo sucedido el sábado. El socialista ha rechazado la «hostilidad» hacia los turistas pero no se puede obviar que en las dos anteriores legislaturas ha participado en los gobiernos de Ada Colau, una alcaldesa que demonizó al sector y que hizo bandera del rechazo a los visitantes.
Intereses políticos
No se puede dudar de que en la situación que provoca el turismo en Barcelona ha encontrado la izquierda más radical un filón. Fuera ya del Gobierno municipal y con pocas posibilidades de pintar algo en la Generalitat, esa misma izquierda necesita volver a la calle para recuperar el paso. Y si ello significa afectar a la principal industria de la ciudad, poco parece importar. Un buen ejemplo de su actitud es Janet Sanz, segunda teniente de alcalde en el anterior mandato, turista activa según se puede observar en sus perfiles en redes sociales y que el sábado portaba una de las pancartas de la manifestación.
La nostra Janet Sanz que el dissabte encapçalava la manifestació contra el turisme a Barcelona és la mateixa Janet Sanz que cada any fa de turista i viatja per tot el món (Venècia, Tailàndia, Nova York, Equador, Islàndia, etc), oi? #CinismeEnComú #HipocresiaEnComú #NOESPOT pic.twitter.com/615hZo56Ri— En Comú NO Podem (@NoEsPotCat) July 9, 2024
A favor y en contra
En redes sociales como X, finalmente, estas protestas han tenido repercusión pero también rechazo. Y es que son muchos los usuarios que tienen claro que la industria turística, aunque provoca molestias, es vital para la economía catalana por lo que no están dispuestos a que sea cuestionada en su totalidad. Y menos aún con intereses políticos.
Multitudinària manifestació a #Barcelona per dir prou i posar límits al turisme!
La ciutat no està en venda!
Volem uns serveis públics de qualitat, sense saturacions i propers a les veïnes!
Decreixement turístic ja!#PosemLimitsAlTurisme pic.twitter.com/vtDABHQlbf— IAC (@la_IAC) July 6, 2024
La contradicció de ser antiguiris a casa teva i i anar cada any a fer de guiri a casa els altres.— Aleix Renyé (@aleixrenye) July 11, 2024