El exlíder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha publicado este martes un comunicado en X en el que apunta directamente al exdirector de comunicación de ERC, Tolo Moya, como responsable de los carteles que inundaron hace un año Barcelona con su imagen y la de su hermano, Pasqual, bajo la leyenda fora l’Alzheimer de Barcelona. Moya está hoy a sueldo de la Diputación de Barcelona. En su comunicado, Ernest Maragall recuerda que denunció este suceso ante los tribunales y que meses más tarde, y gracias a la investigación, «se hizo evidente que la autoría correspondía a unas personas contratadas desde algún ámbito de responsabilidad interna de Esquerra».
Una constatación que, asegura, le generó «un malestar profundo» al no poder entender «qué sentido podía tener, qué objetivos perseguía o quién había podido tomar una iniciativa de este tipo». ERC, añade Maragall, le ofreció enseguida «reparar el daño y esclarecer responsabilidades». Y en ese momento, añade, quedó claro «que el entonces director de comunicación del partido era la persona que había tenido la responsabilidad desde el punto de vista orgánico». Moya, asegura Maragall, le ofreció «excusas formales» y le explicó que el también consideraba lo sucedido como «unos hechos lamentables que se habían producido por falta de control suficiente por su parte». Añade que recibió presiones para retirar la demanda y que tomó la decisión de hacerlo debido a que él ya estaba fuera de la actividad política.
Vergüenza y horror
Maragall deja claro que ERC tiene responsabilidad en lo sucedido pero también señala que la dirección del partido tiene «la voluntad de no cerrar en falso la cuestión y de tomar las medidas adecuadas para determinar eventuales responsabilidades». En esta situación, Maragall deja claro que confía en la «indudable honestidad del conjunto de la organización republicana y de la inmensa mayoría de sus dirigentes y responsables orgánicos». Pero también expresa la «vergüenza y el horror» que sintió por «pertenecer a un trozo de sociedad capaz de llevar a cabo actuaciones tan indecentes» que, aunque hayan tenido poco alcance, sí han tenido un «gran impacto emocional que contradice cualquier pretensión de política democrática y de honestidad colectiva».
A continuació trobareu la meva reflexió a partir de la publicació al @diariARA d’una àmplia crònica sobre uns fets lamentables i prou coneguts succeïts ja fa més d’un any: pic.twitter.com/3oJvG5LgkE— Ernest Maragall i Mira (@ernestmaragall) July 2, 2024