El separatismo vuelve a situarse fuera de la legalidad constitucional. Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) desobedecerá al Tribunal Constitucional (TC) y dará por buenos en la sesión de constitución del Parlament el voto de los tres diputados secesionistas huidos de la Justicia: el expresidente Carles Puigdemont, el exconseller neoconvergente Lluís Puig y el parlamentario republicano Ruben Wagensberg. La formación ha anunciado el desacato a través de un comunicado, después de que el Constitucional anulase la posibilidad de permitir el voto telemático de Puig. «ERC cree que hay que poder contabilizar el voto de los tres exiliados el lunes para evitar que el TC pueda alterar mayorías y torpedear, por ejemplo, los votos para conseguir una Mesa antirrepresiva», afirma el texto.
Esta decisión permitirá presumiblemente contabilizar los votos de los secesionistas fugitivos. Y es que quien decidirá si se acepta el voto telemático de los secesionistas prófugos durante la constitución del Parlament será la llamada Mesa de Edad, un órgano provisional encargado de coordinar la primera sesión de la legislatura en el que separatismo es mayoritario. De esta manera, el voto de los tres diputados podría permitir al separatismo hacerse con el control de la Mesa del Parlament, clave para materializar uno de sus objetivos: que Puigdemont opte a la investidura antes que el ganador de las elecciones, Salvador Illa.