La Generalitat sigue descontenta ante el rechazo que manifestó la Eurocámara el pasado marzo al monolingüismo de la Escola Catalana. Tal y como informó ElLiberal.cat, una comisión de la Eurocámara visitó distintas escuelas catalanas para conocer la situación de primera mano, tras lo cual elaboró un informe en el que rechazó la inmersión, reivindicó el cumplimiento de las sentencias del 25% en castellano y tildó de «discurso de odio» la presión contra las familias que demandan bilingüismo. Ahora, el Govern ha remitido una carta de protesta a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, a la defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly y al Consejo de Europa exige que se depuren responsabilidades por el «uso fraudulento y partidista» de la Comisión de Peticiones.
Así, en la misiva la Generalitat exige a la Eurocámara que «se subsanen públicamente las conclusiones del informe» y que reconozca que carece de competencias en la Educación de los Estados miembros. En su opinión, el informe es una manipulación de la «extrema derecha europea en contra de la lengua catalana» y asegura que su objetivo es «dificultar el aprendizaje del catalán, azuzar el anticatalanismo y dinamitar la cohesión social que proporciona el sistema de escuela catalana». Finalmente, mantiene que el «uso sesgado de la Comisión por parte de su presidenta [la popular Dolors Montserrat] tiene como único objetivo promover su agenda personal y satisfacer intereses partidistas».