El resultado de las elecciones catalanas nos deja certezas pero también grandes interrogantes:
- Illa ha ganado con claridad. Sánchez sale aparentemente reforzado. Su estrategia le ha dado resultado en Cataluña , ahora falta ver si se la da en el resto de España y si tiene contraindicaciones.
- Hasta la celebración de las elecciones europeas todo queda en stand-by.
- Las consecuencias para Sánchez del triunfo de Illa no son evidentes. La pretensión de Puigdemont de que obligue a Illa a hacerle president, o a perder su apoyo, le colocan en una difícil disyuntiva.
- Por primera vez PSC, PP y VOX alcanzan una mayoría absoluta no independentista. Sin consecuencias inmediatas pero que certifica la muerte del ‘procès‘.
- Sánchez no puede, aunque lo quisiera hacer en interés propio, humillar a Illa obligándole a facilitar la presidencia a Puigdemont. Sería la muerte del PSC y, por tanto, la del socialismo español que tiene en Cataluña su principal granero de votos.
- ERC ha caído y ha anunciado pasar a la oposición. Veremos, no obstante ello, si al final permite un gobierno de Illa con una abstención.
- Puigdemont, en la rampa de salida de la política, se aferra a un clavo ardiente: que ERC y Sánchez lo hagan president. Los odios personales son más difíciles de superar que los políticos.
- ERC no va a subordinarse ni a Illa ni a Puigdemont, aunque los salarios públicos sean un incentivo muy poderoso. Con Illa existen diferencias ideológicas pero no problemas personales. Con Puigdemont ambas cosas.
- ¿Junqueras vuelve? Una vez acabada la inhabilitación por la amnistía, Junqueras se configura como el único líder de ERC y, sin duda, tiene ganas de probar en las urnas su liderazgo. Para pasar a la oposición dan igual 20 diputados que algunos menos en el peor de los casos de una repetición electoral y, en cambio, la salida de Puigdemont y la vuelta de Junqueras les da esperanzas de remontada en el supuesto de repetición electoral.
- Cataluña gira a la derecha, como toda Europa. 63 diputados son inequívocamente de derechas. Muchos catalanes independentistas descubren que la mayoría de independentistas son de derechas. ERC+CUP 24. Junts+AC 37
- La vertiente racista del nacionalismo catalán asoma la cabeza de forma explícita en AC. Junts se quita la careta progre y gira a la derecha en seguridad ciudadana, inmigración, impuestos y familia. El discurso independentismo = progre, constitucionalismo = facha, se desmorona.
- Vox resiste. Además de su discurso de beligerancia contra la inmigración ilegal en general, y la musulmana en especial, es el único partido que se enfrenta al wokismo sin complejos. Divorciados que se sienten expoliados, cazadores, amantes de los toros, mujeres contrarias al feminismo radical, familias que no quieren propaganda trans en la escuela, antiglobalizadores, críticos con las vacunas de ARN y otros nichos de votantes, les tienen como única referencia relevante. De ahí su resistencia.
- El PP obtiene unos resultados mejores de los anunciados por las encuestas. Alejandro Fernández consolida su liderazgo.
- La CUP sufre el desgaste de su desorientación y del giro a la derecha de los jóvenes. Si en Francia los obreros del PC se pasaron a Le Pen, aquí los votantes de la CUP empiezan a pasarse a AC.
- Sumar-Comunes también cae, aunque aguanta mejor que Sumar y Podemos en las elecciones gallegas y vascas. El liderazgo de Yolanda Díaz, cuestionado.
- EL 57 % de participación, a pesar de los shows de Sánchez y Puigdemont, demuestra la creciente desconexión de los catalanes con la política. «Todos los políticos son iguales» es un comentario cada vez más frecuente. La desafección hacia la democracia aumenta, especialmente entre los jóvenes.
- ¿Vaticinio? 50% repetición electoral, 49% Illa Presidente con abstención ERC, 1% Puigdemont Presidente previo asesinato político de Salvador Illa por parte de su jefe- amigo Pedro Sánchez.