La inminencia de las elecciones ha arrojado al separatismo a una radicalización creciente para hacerse con el voto del electorado secesionista. En este sentido, el partido creado por la exconsellera y eurodiputada de Junts Clara Ponsatí y del filósofo nacionalista Jordi Graupera, Alhora, es uno de lo más beligerantes. No solo ha lanzado propuestas como vigilar para que no se habla catalán en el patio y comedor de las escuelas, sino que ahora ha apostado por crear «un conflicto con España» y «una revuelta popular» para que Cataluña «avance» hacia la secesión.
Ponsatí ha explicado que los pactos con los partidos no nacionalistas alejan a Cataluña de la secesión. «Este conflicto se debe llevar a cabo no sometiéndose a los deseos ni los pactos con la política española», ha sostenido. En este sentido, ha acusado al resto de partidos secesionistas de haberse «rendido» porque «han decidido pactar con España». Por otra parte, en la cuestión inmigratoria, Ponsatí ha entonado un discurso en parte concomitante con las teorías del Gran Reemplazo enarboladas por la ultraderecha: «Convertimos una prioridad integrar a los hijos de la inmigración, o nos reproducimos en los hijos de la inmigración, o nos convertiremos en una minoría dentro de nuestro país».