Que uno de los principales candidatos a la presidencia de la Generalitat se encuentre fugado en Bélgica ya ha provocado la primera consecuencia insólita de la campaña del 12M. Así, después de que la negociación de la investidura de Sánchez se negociase en Bélgica, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha abierto a un posible debate electoral con el aspirante socialista, Salvador Illa, y el neoconvergente, Carles Puigdemont, que tenga lugar «fuera de Cataluña». «Si Carles Puigdemont quiere hacer este debate en Perpignan (Francia), en Waterloo (Bélgica), o donde sea, pues lo haremos», ha propuesto el presidente de la Generalitat en una entrevista hoy en RAC1.
Por otro lado, Aragonès también ha indicado que si Illa no está dispuesto a viajar fuera de Cataluña para mantener ese debate, podría desplazarse él en exclusiva. «Estoy dispuesto a un debate con toda la cordialidad, pero con las propuestas y explicando las ideas de cada uno», ha señalado en referencia a un debate que tuviera lugar fuera de Cataluña y sólo con Puigdemont. «Yo no tengo ningún problema en este sentido y, por tanto, si alguien se ofrece y todo el mundo lo acepta, encantado», ha aclarado. Para concluir, el president ha recurrido a la ironía recordando que el próximo lunes ya sale al extranjero para defender la amnistía en el Senado.