Pese a que la injerencia rusa del procés sea tratada como un infundio de la prensa y de la judicatura española por el secesionismo, lo cierto es que el asunto ya fue denunciado fuera de nuestras fronteras en 2018. Ocurrió en el Senado de Estados Unidos, cuyo Comité de Relaciones Exteriores del Senado advirtió de la injerencia del Kremlin en el golpe catalán en un informe elaborado el 10 de enero de 2018. El comité, presidido por el senador por el estado de Tennessee Bob Corker, llegó a esta conclusión en un informe titulado Asalto asimétrico de Putin a la democracia en Rusia y Europa: Implicaciones para la seguridad nacional en Estados Unidos.
Así, según el documento, el referéndum ilegal de 2017 fue visto por Rusia como «una oportunidad para promover una salida que debilitara a un estado importante de la Unión Europea». «Hay un conjunto de evidencias cada vez mayor que los medios de comunicación controlados por el estado ruso dirigieron una campaña significativa de desinformación aprovechando el referéndum». Con ello, no solo pretendían «debilitar a la UE» sino contar con «una Cataluña independiente como una base posible desde la que penetrar en otras partes de Europa donde sus negocios y actividades están prohibidas por las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea».