Pese a que Junts y ERC anden a la greña tras el anuncio de nuevas elecciones —los primeros han acusado a los republicanos de tratar de impedir que Puigdemont se presente, mientras los segundos han recordado a los neoconvergentes que con el expresident quedaron terceros en los últimos comicios—, en el Congreso han mostrado hoy una notable sintonía. Y es que, en el debate sobre el dictamen de la Ley, ambas formaciones han coincidido en advertir que la amnistía solo es una estación de paso hacia el verdadero objetivo: un referéndum secesionista.
Así, la ponente republicana Pilar Vallugera ha mantenido que la ley de amnistía vuelve a poner a los secesionistas «en condiciones de hacer frente al siguiente paso» para la resolución del «conflicto catalán»: «el ejercicio del derecho a la autodeterminación», que su formación «no va a dejar de reclamar». «La amnistía era condición de posibilidad pero no suficiente, seguiremos en el camino de la liberación nacional por los conductos democráticos, pacíficos, cívicos y dialogados», ha sostenido. Por su parte, el ponente de Junts, Josep María Cervera se ha dirigido al Ministro de Justicia, Félix Bolaños, para aclararle que «la única página que se pasa con la ley de amnistía es la de la represión, ninguna más».