Durante cuatro décadas, en Cataluña se ha desarrollado una dinámica política, social y económica que, en puridad de concepto, es surrealista. Ha sido algo largo, profundo y desconocido en ningún otro lugar, y que sus autores denominaron procés, al kafkiano modo. La palabra proceso induce a creer en algo expansivo, y que tendría una suerte de desarrollo imparable.
El término procés fue introducido en los medios independentistas catalanes y se usa para referirse a los acontecimientos políticos ocurridos en Cataluña desde 2010. Por ahora, su culmen ha sido el golpe de Estado del otoño de 2017.
En esta aproximación inicial al procés, nos preguntaremos ¿qué entendemos por procés? y ¿cuáles son sus rasgos esenciales? Según la vía canónica, esto es, en la locución clásica del hexámetro griego y latino, las siete formas clave de preguntar, son: quis, quid, ubi, quibus auxiliis, cur, quomodo & quando. En su versión contemporánea anglosajona estas preguntas son las 5 W + 1 H: what, who, when, where, why & how, siendo acaso for what una séptima cuestión. Con estas preguntas iniciáticas, pues, apliquémonos a contextualizar el procés.ç
1. QUÉ
¿Qué es el llamado procés? Entendemos por procés el desafío sostenido a la democracia y al Estado democrático y social de derecho de España realizado por una administración regional, la Generalitat de Catalunya (GC).
El govern de la GC (1) tiene un origen legítimo, pero (2) se comporta ilegítimamente. En efecto, (1) el govern emana de la mayoría de escaños en el Parlamento de Cataluña (PC). Estas mayorías de escaños separatistas se dedujeron a menudo de minorías de votos separatistas, debido a que la ley electoral prima las provincias menos pobladas y rurales, dónde el voto está más influido por los partidos independentistas.
De este modo, un escaño en el PC cuesta 10 mil votos en Lérida, 21 mil en Gerona,15 mil en Tarragona y 24 mil en Barcelona (según se muestra en Brunet, 2022: 214). Por ello, sumando las cuatro provincias catalanas, una minoría de votos soberanistas-separatistas puede dar lugar a una mayoría de escaños soberanistas-separatistas.
Por consiguiente, pues, y aunque posibilitado por una ley electoral no proporcional, (1) el origen del procés es legítimo. Pero (2) el desempeño del procés separatista por la GC es ilegítimo al no corresponder las finalidades y los medios del procés, sus acciones, a competencias de la GC ni a actuaciones permitidas por el derecho.
Más bien, precisamente, el procés ha tratado de socavar la ley, que, naturalmente, es española. Bien, a veces, la ley también es europea, cómo probablemente el lector conozca y cómo habremos de ver en este libro. Los objetivos que persigue el procés son la independencia de Cataluña del resto de España y sus medios son azuzar la legalidad española, contrariando el Estado de derecho. El procés consiste una guerra de guerrillas contra el Estado de derecho.
El procés consiste una guerra de guerrillas contra el Estado de derecho
2. ¿QUIÉN?
¿Qué personas y grupos sociales participan en el procés? ¿Quiénes han sido sus protagonistas, quiénes fueron y son sus líderes? ¿Quiénes son los agentes, quienes los actores principales y quienes los secundarios? ¿Quiénes se beneficiaron del procés y quienes fueron sus víctimas?
El procés ha sido un movimiento -de hecho, más que movimiento el procés es un fenómeno que va de arriba a abajo. El procés ha sido creado por la dirigencia de los partidos independentistas y de la Generalitat separatista. Naturalmente, ellos se ufanan en sostener lo contrario, que el procés es abajo-arriba. Les parece que es más legítimo que sea desde abajo hacia arriba. que sea el pueblo, que sean las masas quienes crearon el movimiento. Pero no es así: el movimiento secesionista catalán fue teledirigido, y tan bien teledirigido que llegó a levantar masas muy importantes de gente. En efecto, por ejemplo, la celebración los días 11 de septiembre de cada año de la llamada Diada Nacional de Cataluña, que es el momento cumbre de cada temporada política, reunió 9.000 desfilantes en 2010 llegó a 794.000 en 2013, aunque quedó en 15.000 en 2023 (Dolça Catalunya, 2023a).
Por tanto, gradualmente, la elite visible de Cataluña fue participando en el procés hasta parecer que toda la elite y todo el pueblo catalán lo sostenía. En cambio, la parte de la elite contraria a la descomposición de Cataluña, y la mayoría constitucionalista de los catalanes, se expresó poco. Aquellas personas que se atrevieron a manifestar que seguían siendo lo que eran -catalanes normales- fueron canceladas por los medios de comunicación. Al parecer, contra la gran felonía y la gran tomadura de pelo del procés no había ni disidencia.
Los partidos políticos que promovieron el procés fueron CiU, que gradualmente llegó a ser independentista, y ERC, que emergió de sus cenizas gracias al auge independentismo. Los partidos de izquierda, el socialista PSC-PSOE y el comunista PSUC -luego renombrado de diversas maneras, al fin como Comuns- se tornasolaron hacia el nacionalismo, y en muchos momentos fueron decisivos para mantener e incluso para impulsar el procés. Un partido de extrema izquierda y de nueva creación como CUP, por ser antisistema, siempre fue por sistema separatista.
Los partidos de centro y de derecha, como PP, Ciutadans desde 2005 y Vox desde 2013, hicieron oposición al separatismo, y obtuvieron el mejor resultado en votos y escaños en la elección autonómica catalana del 21 de diciembre de 2017, tras el golpe de Estado de aquel setiembre-octubre.
Por su parte, los sindicatos también tornasolaron hacia el independentismo, por la combinación de su supuesta crítica al capitalismo y de las reales subvenciones que recibieron por parte del gobierno separatista de la GC. Las patronales Fomento de Trabajo Nacional y PIMEC intentaron nadar y guardar la ropa. Otros grupos de empresarios se crearon con la finalidad explícita de la agitación pro separatista.
En el universo independentista una entidad de nueva creación, la Asamblea Nacional Catalana, y otra antigua reorientada al separatismo, Omnium Cultural, hicieron una tarea organizativa esencial para los desfiles de cada 11 de septiembre y también como aglutinantes de grupos de presión sectorial de apariencia no partidista. Los independistas consiguieron controlar cuantas entidades no directamente políticas, como colegios profesionales y asociaciones culturales y deportivas, se propusieron. Y fueron todas.
Por otra parte, en el contexto de la fragmentación social y de la descomposición política que el procés generó, surgió una miríada de entidades catalanas constitucionalistas. Entre ellas, sobresale Societat Civil Catalana, organizadora de las manifestaciones del 8 de octubre 2017 contra el golpe de Estado (un millón de manifestantes) y del 8 de octubre de 2023 contra la amnistía a los condenados por el golpe de Estado (300.000 manifestantes).
Desde un punto de visa general, el lugar de la elite y de la burguesía catalana con relación al procés ha sido muy negativo. En efecto, esta dirigencia permitió una fragmentación social impresionante y un caos político colosal. ¿Com han pogut perdre l’enteniment d’aquesta manera? O sea, ¿cómo ha podido la elite barcelonesa beberse los sesos de un modo tan tremendo? Aunque diversos fueron los motivos, como veremos a lo largo de este libro, sigue siendo un gran interrogante sobre el procés.
Los independistas consiguieron controlar cuantas entidades no directamente políticas, como colegios profesionales y asociaciones culturales y deportivas, se propusieron. Y fueron todas
Con el procés se ha formado una clerecía independentista que controla la mayor parte de entidades catalanas. En la GC 4 mil cargos cobran más que el presidente del gobierno de España. Existe, pues, una elite extractiva cuyo fin primordial es, naturalmente, sobrevivir del mejor modo, obteniendo obtener una renta de la GC en forma de sueldos o de subvenciones.
A propósito del ¿quién participa del separatismo?, las encuestas de sentimiento de pertenencia (español, catalán, español y catalán, sólo español, sólo catalán…) y preferencia por la forma política (Estado unitario, autonomía, Estado independiente) aportan una estimación del influjo del separatismo. El sentimiento de ser sólo catalán alcanzó su cénit en 2012, con el 25 % del total; y la querencia por un Estado independiente alcanzó su cénit en 2013, con el 48 % del total. Vale añadir que la inclinación separatista está positivamente correlacionada con la renta, con ser catalanoparlante, con la residencia en zonas rurales y con el medio de información preferido (Brunet, 2022: 179-188).
Por último, para evaluar mejor quién sustentó el procés cabe analizar el número de votantes constitucionalistas y separatistas, y sus proporciones sobre el total de votos y sobre el total del censo (Brunet, 2022: 195-200):
– El mayor número de votantes constitucionalistas se dio también en las elecciones autonómicas de 2017: 2.228.421. El menor número de votantes constitucionalistas corresponde a las elecciones autonómicas de 1992: 1.057.877.
– El mayor número de votantes al separatismo se dio en las elecciones autonómicas de 2017: 2.079.340. El menor número de votantes al autonomismo-soberanismo-independentismo-separatismo fue en las elecciones autonómicas de 1980: 993.814.
– Las tres mayores cuotas de votos constitucionalistas correspondieron: al 56,5 % de los votos emitidos en 1980, al 51,3 % en 1999, y al 51,1 % en 2017. En 2017 el voto constitucionalista supuso el 40,1 % del censo electoral. En 2021 supuso el 23.7 % del censo electoral.
– Las tres mayores cuotas de votos autonomistas-soberanistas-independentistas-nacionalistas correspondieron: al 55,4 % de los votos emitidos en 1992, al 53,0 % en 1984, y al 51,5 % en 1995. En 2017 el voto separatista supuso el 37,4 % del censo electoral. En 2021 supuso el 25,6 % del censo electoral.
A la vista de las enormes diferencias que hay entre elecciones en el número de votantes, y en las proporciones de votantes sobre los votos emitidos y sobre el censo electoral, entenderemos que el elemento clave de las elecciones catalanas es la participación. En efecto, a mayor participación total, mayor voto constitucionalista; y a menor participación total, mayor voto separatista. Por tanto, los votantes separatistas están mucho más impulsados a votar que los votantes constitucionalistas.
Para concluir esta sección diremos que: (1) hay un grupo de catalanes que se beneficia del procés: los miles de altos cargos de la GC y, en su conjunto, la clerecía separatista; y (2) las más amplias capas de catalanes se ven perjudicadas por el procés: aquellos cuya lengua materna y primera es el castellano (el 52 % de los catalanes) y las personas más vulnerables, por la podredumbre de la escuela pública separatista, por la escasa calidad de la sanidad en Cataluña, por las menores oportunidades de empleo que conlleva la decadencia económica que ha traído el procés.
3. ¿CUÁNDO?
¿En qué momento empezó el procés? ¿Cuáles fueron sus etapas y cuáles sus hitos principales? Para el nacionalismo catalán el procés empezó… antes de Adán y Eva, que como es bien sabido eran catalanes.
El nacionalismo es una ideología que ejerce una distorsión sobre el tiempo y la historia: el pasado era paradisíaco, pero vinieron unos vecinos malos y lo echaron todo a perder, hasta hoy mismo en que el presente es pésimo, de modo que debo mandar yo para que el futuro vuelva a ser angelical. El relato separatista se construye como un vía crucis. La víctima es ‘mi’ ‘nación’. Las estaciones del vía crucis serán: el Compromiso de Caspe, el 11 Septiembre 1714, la dictadura franquista, Madrit ens roba, el 1 Octubre 2017… Con relación a España, el procés ha hecho suyo el relato de la leyenda negra que contruyeran los enemigos de España.
El nacionalismo es una ideología que ejerce una distorsión sobre el tiempo y la historia: el pasado era paradisíaco, pero vinieron unos vecinos malos y lo echaron todo a perder, hasta hoy mismo en que el presente es pésimo, de modo que debo mandar yo para que el futuro vuelva a ser angelical
En fin, contradecir mentiras es tarea altamente fastidiosa. Además, es una tarea inútil porque se sabe que lo que entra con sentimientos y emociones no sale con razones. Entonces, aquí vamos a centrarnos en el período que se abre con la transición de la dictadura a la democracia, las primeras elecciones libres el 15 de junio de 1977, el restablecimiento de la GC en la persona de Josep Tarradellas (presidente que lo fuera en el exilio) el 29 de septiembre de 1977, y la Constitución Española aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978. Desde entonces, y con relación al separatismo en Cataluña podemos distinguir cinco etapas:
I. 1980-2003: Pujolismo
Las primeras elecciones al PC dieron el gobierno de la GC a CiU. Jordi Pujol Soley presidió la GC entre 1980 y 2003, año en que le sucedió el socialista Pasqual Maragall. El pujolismo puede ser caracterizado como un catalanismo conservador, con un toque de cada una de las orientaciones ideológicas y políticas. Autonomista, gradualista, posibilista (peix al cove: volver de Madrid con algo, dinero, otra competencia). El poder de Pujol en Cataluña llegó a ser omnímodo y tuvo dos pies:
1. La expansión de la administración de la Generalitat, a la que se traspasaron sucesivamente todas las competencias del Estado español, salvo Seguridad Social, Defensa y Exteriores.
2. Los escaños de CiU en el Congreso de los Diputados. De 350 escaños, a las provincias catalanas correspondieron entre 47 y 48, de los cuales fueron para CiU entre 13 (1977) y 23 (1986). Estos diputados de CiU, ahora Junts, tuvieron en varias ocasiones la llave de los gobiernos de España
El poder absoluto corrompe absolutamente. Efectivamente, la corrupción carcomió el partido Convergència (¡qué menos que el 3 %!) y a su mismo presidente Jordi Pujol, desde Banca Catalana al tesoro familiar que situó en Andorra.
II. 2003-2010: Tripartito social-independentista
Entre 2003 y 2010 el gobierno de la GC se formó por PSC, ERC e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Alternativa (comunistas reciclados). El gobierno tripartito, en lugar de ser más socialista fue más nacionalista que el de CiU. Reformó el Estatuto de Autonomía, básicamente, con la idea de regular todo por la GC. Tras ser aprobado por referéndum, el nuevo Estatuto fue enmendado por el Tribunal Constitucional: el pretexto para el jaleo estaba servido.
Entre tanto, en Madrid, al primer gobierno del PP (1996-2004), y tras el atentado en Madrid el 11 de marzo de 2004 (193 asesinados y 1.858 heridos), realizado tres días antes de las elecciones generales, sucedió un gobierno del PSOE, con José Luis Zapatero como presidente (2004-2011).
III. 2010-2017: El procés 1.0
Reconquistada la GC por CiU, en plena crisis económica, hostigado por la CUP, y tras ver que el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy no accedía a la demanda de un concierto fiscal entre el Estado español y la GC, el presidente Artur Mas apostó por el independentismo. No obstante, en las elecciones anticipadas de 2012 CiU bajó de 62 a 50 escaños y subieron ERC y CUP. De ese modo, CiU se disolvió, CDC cambió de nombre, y se inició una subasta al alza entre grupos separatistas.
La política catalana entró en una espiral dirigida por los partidos separatistas a desafiar la legalidad española y a enfrentar al Estado español. El 9 de noviembre de 2014 celebraron un falso referéndum sobre el futuro político de Cataluña. No permitido por la Constitución Española ni por Estatuto de Autonomía de Cataluña ni por las leyes, fue prohibido por el Tribunal Constitucional.
IV. Otoño 2017 – junio 2018: El golpe de Estado
El 6 y 7 de septiembre de 2017 el PC dictó las leyes (ilegales) de desconexión y del referéndum de autodeterminación, que se realizó el 1 de octubre de 2017, tan ilegal como el de 2014. Tras ello, en la semana del 2-7 de octubre tuvieron lugar toda clase de disturbios. El 3 de octubre el Rey Felipe VI dio un Mensaje. El 8 de octubre se manifestaron en Barcelona un millón de catalanes contra los dislates separatistas y en demanda de seny i enteniment. El 27 de octubre el PC aprobó (ilegalmente) la declaración de independencia de Cataluña y de la república catalana.
Este día el gobierno de España, previa su aprobación por el Senado, aplicó a Cataluña del artículo 155 de la Constitución. El gobierno de la GC por el gobierno de España se mantuvo hasta el 2 de junio de 2018, esto es, tras la formación de un gobierno autonómico (de origen legítimo, pero igualmente separatista) surgido de las elecciones del 21 de diciembre de 2017.
V. Desde 2018: Juicio a los golpistas, violencia separatista, y lanzamiento del procés 2.0
Si las etapas referidas anteriormente se caracterizaron por el caos surrealista de la política catalana, esta nueva etapa siguió en la misma estela. Aludamos a algunos aspectos:
– Celebración del juicio contra 11 líderes del golpe de Estado de la GC: tras la imputación de los delitos de rebelión, usurpación de funciones públicas, desobediencia y malversación de fondos públicos, el juicio oral se desarrolló del 25 de octubre de 2018 al 12 de junio de 2019, en 52 sesiones, retransmitidas en directo por TVE. La sentencia se dictó el 14 de octubre de 2019: condena por sedición y demás delitos.
– Barcelona cremada por la impunidad de importantes elementos violentos (Tsunami Democràtic) contra la sentencia del procés.
– Tras una moción de censura contra el presidente del gobierno Mariano Rajoy (PP), el 1 de junio de 2018, Pedro Sánchez (PSOE) es investido presidente con los votos socialistas y de los grupos independentistas del Congreso: Junts (ex CiU), ERC, Bildu, PNV y BNG y por CC.
– Indulto del gobierno de España presidido por Sánchez a los golpistas juzgados y sentenciados, aprobado en Consejo de Ministros el 23 de junio de 2021, tras las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 de las que Sánchez resultó investido presidente el 7 enero de 2020, por el apoyo de los mismos partidos separatistas que en su primera investidura.
– Pandemia Covid: el gobierno Sánchez decretó dos veces el estado de alarma y confinamiento de la población, decretos que el Tribunal Constitucional declaró ilegales. También declaró ilegal el cierre por el gobierno del Congreso de los Diputados.
– Asalto por el gobierno social-comunista del presidente Sánchez a las instituciones democráticas que son un contra poder al gobierno: nombramientos partidistas en el Tribunal Constitucional, Fiscalía General del Estado, Consejo General del Poder Judicial, y en numerosas otras instituciones y entidades.
– Amnistía a los golpistas y violentos (proposición de ley presentada al Congreso el 11 de enero de 2024), fruto del apoyo de los grupos separatistas habituales a la investidura de Sánchez como presidente el 16 de noviembre de 2023, y tras las elecciones generales del 23 de julio de 2023, por el apoyo de los mismos partidos separatistas que en su primera y segunda investiduras.
Por la conjunción entre la gravedad extrema de la situación en Cataluña y la dependencia del gobierno de España de los votos de los partidos independentistas, la política española se ha ‘catalanizado’, se ha sometido a la agenda de los separatistas catalanes (y vascos). Si con el procés 1.0 estallaría (estalló) Cataluña, con el procés 2.0 estallaría (estallará) España entera.
Si los actores del procés 1.0 (los separatistas catalanes) trataban de conseguir directamente la independencia de Cataluña (la desintegración de España vendría después), con el procés 2.0 sus actores (el PSOE y los separatistas) tratan de conseguir, el PSOE mantenerse en el gobierno de España (a cualquier precio, al precio que le ponen sus socios separatistas: España), y los separatistas tratan de conseguir la desintegración de España (la independencia de Cataluña vendría después).
De esta suerte, tras vender todo el pescado y realizar por completo el programa máximo con el el golpe de Estado de 2017 y la declaración de la independencia y de la república catalana, el independentismo se fue debilitando. Sin embargo, precisamente, entonces, cuando el separatismo era más débil en votos, en escaños y en apoyo en la calle, y cuando parecía game over, entonces apareció el interés de un partido español, el PSOE, también en declive, en recabar los escaños separatistas en el Congreso y alcanzar con ellos el gobierno de España (2018) y mantenerse en él (2019 y 2023).
Ho tornarem a fer! Se jactan los separatistas. Sí, lo volverán a hacer porque el desafío al Estado de derecho es lo que les da el combustible político y porque sus acciones ilegales quedan impunes, les salen gratis y les mantienen los votantes separatistas. Los independentistas están ahí para desbaratar Cataluña, no para hacerla progresar.
Los independentistas están ahí para desbaratar Cataluña, no para hacerla progresar
Sin embargo, no lo volverán a hacer del mismo modo. Primero, porque es imposible: tras la vía 1.0 las fuerzas independentistas han menguado sustancialmente. Segundo, porque en cualquier caso, el mejor resultado de esta vía directamente golpista, si acaso triunfara, como efectivamente triunfó en 2017, sería el mismo que el del anterior golpe de Estado: sería fracaso, detención, juicio y condena.
Pero los secesionistas catalanes y del resto de España lo están volviendo a hacer ya con el procés 2.0, es decir, asociando al separatismo la dimensión electoral y política del PSOE, un partido no menor. En efecto, sí se puede tornar-ho a fer aunque sea de un modo algo distinto. De este modo, dando curso al procés 2.0, lo que los gobiernos de Sánchez hicieron fue desarmar al Estado de derecho y a la democracia española ante un nuevo golpe de Estado: supresión del delito de rebelión, modificación de los delitos de sedición y de desórdenes públicos, modificaciones del código penal según la doctrina revolucionaria, comunista y nazi del derecho penal de autor y, finalmente, amnistía. Si ésta saliera adelante, no serían delitos los actos relacionados con los golpes de Estado procés 1.0 y con el procés 2.0.
No obstante, los inverosímiles atentados cometidos por el presidente Sánchez contra el Estado de derecho español han desatado un importantísimo renacer de la sociedad civil española, por ejemplo, en forma de declaraciones institucionales y manifestaciones contra la amnistía. En esta legalidad modificada a la medida del separatismo, ya no sería enjuiciables el golpe de Estado, la rebelión, la sedición, etc.
Bien, en este punto, permítanos el lector compartir una pregunta que nos ronda desde hace años: ¿qué pecado han cometido los catalanes, y por extensión ahora ya también el resto de los españoles, para merecer semejante castigo, semejante plaga
4. ¿DÓNDE?
El procés ¿dónde se desarrolló? Naturalmente, en Cataluña tuvo lugar lo principal del procés. El procés es un fenómeno catalán. Aunque, por tanto, y evidentemente, es un fenómeno español. Diríamos incluso que muy español. Surgió en Cataluña y en la España democrática y descentralizada que abrió la Constitución Española. Pero desde Cataluña el procés ha extendido la tarea desestructuradora de la política y de la sociedad al conjunto de España.
En cuanto a Cataluña, el procés se ha dado en toda la región, por supuesto: Pero la condición sine qua non del procés fue el control político de las zonas rurales por el pujolismo, luego Junts, ERC y CUP. Es decir, a efectos de procés existen dos Cataluñas: (1) la zona costera de Barcelona y Tarragona, donde se concentra la población y la economía catalana, sustancialmente constitucionalista, llamada Tabarnia; y (2) la llamada Tractoria, o zona del interior, sustancialmente separatista. Vale decir que estas comarcas internas dónde prevalece el independentismo, están financiadas por Barcelona y Tarragona, reciben más subvenciones que las comarcas constitucionalistas, tienen menor potencial económico, y padecen un decrecimiento demográfico (la mortalidad supera la natalidad), aunque en las dos últimas décadas también recibieron una importante inmigración no española.
La ciudad de Barcelona es sede del PC, de la elefantiásica administración de la GC y de los medios de comunicación, y ahí reside la elite que generó el procés. Sin duda, la política catalana es, esencialmente, la política de Barcelona y, básicamente, la política de quienes residen por encima de la Avenida Diagonal. Por ello, conquistar una mayoría separatista en Barcelona fue el sueño de los independentistas.
Hemos señalado anteriormente cómo el procés 2.0 se ha extendido a Madrid, y cómo ha impregnado al gobierno de España. Con todo, en la España democrática descentralizada en 17 Comunidades Autónomas (CCAA) y dos ciudades autónomas, en 2024 el PSOE sólo cuenta con los gobiernos autonómicos de Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra. En Cataluña y el País Vasco gobiernan separatistas, y en Canarias gobierna Coalición Canaria. En consecuencia, la mayor parte de las CCAA se han dado gobiernos dirigidos por el PP. El 69 % de los residentes españoles viven en CCAA gobernadas por el PP. Y cuando el PSOE-PSC se desinfle en Cataluña, el PSOE no volverá al gobierno de España.
El eco del procés entre los partidos políticos españoles ha sido dispar, aunque, sin duda, con los gobiernos Sánchez ha cambiado sustancialmente. Antes de ello, los escasos separatistas del resto de España, concentrados en el País Vasco, y de modo al principio folclórico en Galicia y algún otro punto de España, miraron con gusto a los independentistas catalanes, e incluso acordaron algunas relaciones públicas estables. Igualmente, en las regiones de Europa con algún movimiento separatista o desestructurador, como Escocia, Flandes, Bolzano-Tirol del Sur y Véneto existió interés por Cataluña pero fue limitado, a pesar de los esfuerzos y de los recursos de los separatistas catalanes.
Finalmente, debemos aludir a la vertiente exterior del procés. Para internacionalizar, para captar la atención de agentes extranjeros sobre el separatismo catalán, la GC cuenta ya con una treintena de embajadas y paga actos en cualquier lugar del mundo cuyo objeto sea desprestigiar a España. Asimismo, la GC pasea sistemáticamente durante varios días por su Cataluña independentista a cuanto periodista, parlamentario y demás personalidades extranjeras dóciles y hambrientas se dejen. A pesar del nivel máximo de desafío del separatismo catalán con el Estado de derecho español, el interés que el separatismo catalán concitó entre los nacionalistas y radicales del mundo entero fue realmente pequeño.
En términos diplomáticos, los resultados tangibles de los esfuerzos de internacionalización para el procés 1.0 han sido nulos. No hubo ningún reconocimiento de la Cataluña proclamada independiente por los separatistas. En cambio, en este contexto, sobresale la trama rusa, la guerra híbrida del gobierno de Rusia contra Cataluña y España, y las negociaciones entre la GC y el Kremlin para recibir 10 mil soldados y 50 mil millones de euros cada año. Naturalmente, al fin, eso ha llamado la atención de las cancillerías de los países democráticos y del Parlamento Europeo.
En términos diplomáticos, los resultados tangibles de los esfuerzos de internacionalización para el procés 1.0 han sido nulos
5. ¿POR QUÉ?
¿Por qué se produjo el procés? ¿Cuáles pueden haber sido las razones objetivas del auge separatista? Y ¿cuáles pueden ser los motivos inducidos y aludidos por los políticos y por la parte independentista de la elite catalana?
El porqué del procés se deberá a causas y motivos más o menos relevantes, y se explicará por relatos y consignas en los que se amalgaman razones y emociones. De este modo, en esta breve sección debemos manejar aspectos de tipo estructural y aspectos de tipo superestructural, económicos y políticos, estratégicos y tácticos, históricos e ideológicos, de largo plazo o larga duración y de corto plazo o coyunturales. En el imaginario del separatista esos diferentes aspectos forman un totum revolutum cuyo fin es levantar intenciones y votos.
En otros apartados de este capítulo [artículo ¿??] nos hemos referido y nos referiremos a aspectos del procés que atañen también a su por qué. El auge del separatismo catalán puede tener alguna relación con la dinámica económica, sea (a) con el relativo declive debido al downsizing de Cataluña, esto es, la relativa desindustrialización de esta región, tiempo ha considerada como la fábrica de España; y, adicionalmente, (b) con la crisis económica 2008-2013, que podría haber actuado de detonante (Brunet, 2022: 52-65).
En una perspectiva de muy largo plazo, una dinámica histórica negativa de la economía en Cataluña no es, obviamente, una clave explicativa del nacionalismo catalán. Efectivamente, precisamente, será a partir de los Decretos de Nueva Planta y del acceso pleno al mercado del resto de España, que Cataluña despegó y finalmente industrializó concentró lo más de la industria española. En cambio, ya en el siglo XX, la pérdida de protección exterior del mercado español con el acuerdo económico preferencial de España con la Comunidad Económica Europea (1970) y, finalmente, con la adhesión de España a la Comunidad Europea (1986), sí pudieran explicitar el relativo downsizing contemporáneo de una economía catalana no protegida.
Pero, obviamente, en el auge del separatismo desde 2010, bajo la forma del procés, son muchísimo más evidentes y fuertes los motivos de tipo político e ideológico. Y ahí es donde aparece el relato independentista, con la reconstrucción de una historia de la nación catalana y con el supuesto agravio del Madrit ens roba. Cataluña aparece cómo víctima de España.
En realidad, parece más bien que es justo al contrario: realmente, Cataluña es víctima de los separatistas, de sus pésimas ideas, de sus partidos sectarios, así como de las actuaciones ilegales y las políticas alocadas de su GC. Tal cómo se titula este libro [¿??]: El procés ens roba! Cataluña fue y es víctima del procés.
Siendo infinitos los porqués, razones y motivos que explicarían en diferentes grados que el independentismo catalán surgiera, creciera y fuera capaz de dar un golpe de Estado completo, deseamos señalar tres características del procés: 1. Gradualismo; 2. Impunidad; 3. Elite extractiva. El gradualismo y la impunidad con la que actuaron los independentistas explican el éxito extraordinario del procés: ¡fue capaz de dar un golpe de Estado!
Sobre el gradualismo y la impunidad volveremos en la siguiente sección. Sobre la elite extractiva, aludimos a ella al considerar quién participa y se beneficia del procés. Pues bien, es obvio por qué el procés fue posible: dio una importante prebenda a varios miles de personas de la elite catalana cuya inserción en actividades económicas hubiera sido mucho más problemática y mucho menos lucrativa y vistosa que su trabajo en la GC separatista
6. ¿CÓMO?
¿De qué manera se ha desenvuelto el procés? El procés ¿qué formas o modos, qué instrumentos o medios, qué recursos manejó?
Podemos sintetizar cómo se desarrolló el procés en los siguientes rasgos:
1. Guerra de guerrillas política contra el Estado de derecho español, consideración del adversario político como enemigo, enemigo de Cataluña, ajeno al pueblo, traidor, y demás lindezas y prácticas cuyo objeto excluir toda opinión diferente del nuevo debate político regional operante en Cataluña.
2. Ingeniería social. Desde el poder de la GC, todo el poder se ha aplicado desarrollado a los fines y líderes separatistas desde 1980, sin descanso, las 24 horas del día.
En el cénit de su poder, en 1990 Jordi Pujol lanzó su estrategia de recatalanización, un detallado programa de introducción del nacionalismo en la sociedad catalana y de asalto de los pujolistas a los resortes de ésta. Básicamente, este programa consistió: (a) primero, en excluir el español y lo español de todos los ámbitos de la administración, la enseñanza, los medios de comunicación y el espacio público; y (b) segundo, en controlar todas las entidades, ocupando los cortesanos pujolistas sus sillones. Y a fe que lo lograron: (a) todo sólo en catalán y, si acaso ¡antes en árabe que en castellano!; y (b) ¿qué colegio profesional o entidad deportiva o de cualquier otro tipo se libró de la plaga independentista?
3. Nacional-progresismo. Los objetivos de esta ingeniería social han sido incrementalistas, a partir de un nacionalismo de base lingüística. Primero defensa del catalán, luego exclusión completa del español. Como corresponde a una tarea de ingeniería social, al catalán se ha añadido cualquier objetivo progresista: aborto, eutanasia, inmigración sin tasa, okupación de viviendas, escasa persecución de la delincuencia, todo cabe y todo suma en la tarea de descomposición social de Cataluña y desintegradora de España.
El separatismo catalán siguió la pauta de la llamada ventana de Overton en virtud de la cual ideas políticas al principio consideradas tabú acaban siendo aceptables. El progreso debe ser este pasar de la defensa del idioma catalán al lenguaje políticamente correcto y la agenda woke. De ahí la coincidencia o connivencia o identificación histórico-práctica entre el nacionalismo-separatista y el izquierdismo-progresista.
4. Gradualismo. El término independencia de Cataluña pasa a primera línea sólo a partir de 2012. Desde una perspectiva histórica el separatismo se ha comportado de modo muy gradualista, según la ventana de Overton.
Por otra parte, el separatismo es radicalmente terco, incorregible, negándose a reconocer los efectos negativos de su acció de govern. Es una sintesis entre el aquí mando yo y el mantenerla y no enmendarla. Se ven en el estrepitoso fracaso de la enseñanza sólo en catalán, dejando sin educación en lengua materna al 52 % de los escolares catalanes que son castellanohablantes.
5. De arriba abajo. El procés separatista catalán está teledirigido de arriba abajo. No obstante, su éxito en movilizar periódicamente a varios centenares de miles de desfilantes hace que parezca un movimiento del poble.
6. Desarrollado por una administración pública. La GC creó y lideró el procés separatista catalán. De ahí el régimen separatista vigente desde hace décadas en Cataluña.
7. Financiación pública. Entre 1500 y 7000 millones de euros al año aplicó la GC al procés.
8. Impunidad. Ante la no vigencia del Estado de derecho y de la ley (¡española!) en Cataluña, el gobierno de España y la administración general del Estado abandonaron sus responsabilidades para con los derechos de los catalanes. A raíz de la investidura de Sánchez como presidente del gobierno de España, la impunidad ha pasado a ser activa, legislando con decretos-ley la tipificación de los delitos de rebelión, sedición, desórdenes públicos , malversación de caudales públicos
9. Enemigo interior. La polarización de Cataluña ha sido propiciada por el separatismo, del mismo modo que hoy lo es en España por el PSOE de Sánchez. Para el sistema político democrático la polarización tiene un peligro genérico (en tanto normalmente, la mayoría gubernamental se ha reducido, disminuye la legitimidad de quien ejerce el poder) y un riesgo concreto de que un solo partido no alcance la mayoría y ésta deba obtenerse por suma de minorías (gobiernos frankenstein, con menor legitimidad y escasa coherencia).
10. Enemigo exterior y victimismo. Para el separatismo el enemigo exterior es Aspanya y Madrit, también a menudo lo es el partido gobernante en Aspanya. Si esto no es suficiente, el enemigo exterior puede personalizarse en los inmigrantes hacia Cataluña y en los ciudadanos españoles.
11. Amigo exterior. Son amigos de los secesionistas todos los radicales del mundo, invitados a Barcelona por la GC. Por otra parte, y por cuenta propia de gobiernos extranjeros, se hallan las operaciones de influencia, como la conexión rusa (y la china), influencia que va de lo más benigno (diplomacia pública) a lo más maligno (actividades clandestinas) e incluye la guerra híbrida. En el encuentro entre los rusos y los separatistas catalanes se juntan el pan con las ganas de comer.
12. Éxito total y fracaso total. El procés separatista es, pues, una historia de éxito, de éxito total: por eso el procés es una historia de fracaso total de Cataluña. El caos político es permanente, la fractura social es total, la decadencia económica es extraordinaria. Cataluña ha sido destruida.
Efectivamente, la GC y los separatistas, esto es, quienes han mandado durante casi cinco décadas en su cortijo, hicieron todo, todo, todo. Incluso ¡dieron un golpe de Estado! Y lo dieron ¡impunemente! No sólo gratis total, sino con premio. Hoy tiene España un gobierno controlado por los independentistas. Y ¿qué queda, pues, del procés? Queda una Cataluña destruida y una España desintegrada.
El procés separatista es, pues, una historia de éxito, de éxito total: por eso el procés es una historia de fracaso total de Cataluña
7. ¿PARA QUÉ?
¿Cuál fue y cuál es la finalidad del procés? ¿Cuáles fueron y cuáles son sus objetivos? ¿Para qué sirvió y para qué sirve?
Debemos distinguir entre fin proclamado, deseado, ex ante y explícito (¿qué se pretendió?, ¿qué se dijo que se pretendía?), y el fin alcanzado, o por mejor decir, el resultado alcanzado, ex post y más implícito o menos evidente (¿qué se consiguió?).
El fin proclamado del separatismo reinante en Cataluña es la independencia de Cataluña. El resultado alcanzado es doble: (1) una enorme desestructuración de la política, de la sociedad y de las instituciones en Cataluña; y (2) la formación, supervivencia y crecimiento de una elite separatista, que okupa la GC, de la que extrae sueldos y subvenciones sin tasa.
El fin proclamado del separatismo, la independencia, decíase que se predicaba porqué si Cataluña fuera independiente, Cataluña sería mejor, libre, y al fin ella misma. Sin embargo, ¿cuál es la verdad y el resultado del procés? En primer lugar, si fuera independiente, Cataluña estaría peor que formando parte de España, porque, precisamente, ser parte de España y del mercado español es aquello que ha dado a Cataluña su (muy buena) posición relativa en España (Brunet, 2022: 415ss). En segundo lugar, durante el proceso independentista, Cataluña ha sido descompuesta, de modo que ahora Cataluña ya no es la de antes del procés -es mucho peor- y si llegara a ser independiente ya no sería Cataluña.
Vista la finalidad proclamada (independencia) y el resultado alcanzado por el procés (inestabilidad político-social y elite separatista extractiva), cabe referirse a la cuestión de ¿para qué sirvió y sirve el procés? La respuesta se precisa cuando se consideran los diferentes grupos de personas:
1. Para qué sirvió el procés a quienes lo crearon y lideraron: para mantenerse en el poder y obtener una renta.
2. Para qué sirvió el procés al conjunto de catalanes: para estar más divididos, tener menos oportunidades y ser más pobres.
3. Para qué sirvió el procés a Cataluña: para dejar de ser Cataluña y perder todos los atributos positivos que un día la caracterizaron.
4. Para qué sirvió el procés al conjunto de España: para empezar a desintegrarse.
5. Para qué sirvió el procés a países extranjeros: para inestabilizar y fragmentar España y Europa.
A pesar de trabajar tan bien, con tantos recursos y con total impunidad, los separatistas no alcanzaron la independencia de Cataluña. Pero, a cambio, se hicieron con una suculenta ganancia. Vaya, ésta resultó una consolación asaz generosa a sus desvelos por su supuesta patria, renta sostenida por el conjunto de los catalanes y españoles.
De este modo, más sorprendente aun que la diferencia entre el fin explícito y el resultado implícito está, pues, que en la sociedad como en política, muy a menudo, el resultado de una intervención pública, sea ésta revolucionaria o administrativa. no sólo es menor que lo presupuesto, sino que, además, lo que se obtiene es algo completamente distinto a lo que se pretendió, y a menudo incluso lo que se obtiene es lo opuesto a lo que se pretendió. Este aspecto del procés se puede expresar de un modo conciso: pretendían los independentistas la gloria de Cataluña y han destruido Cataluña. Ciertamente, todas las ideologías terminan por destruir a su idolillo.