Agentes de la División de Investigación Criminal de los Mossos de la Región de Ponent han detenido a cinco hombres, de entre 20 y 28 años, como presuntos autores de dos robos con fuerza y por pertenencia a grupo criminal. Según han informado los Mossos en un comunicado, el primer robo tuvo lugar el pasado 16 de febrero en Bellvís, donde los presuntos delincuentes sustrajeron el cableado de cobre de una empresa, lo que provocó que esta tuviera que paralizar su actividad ante los «cuantiosos destrozos» que provocaron.
Los ladrones «cortaron el suministro eléctrico y, después de reventar las canalizaciones y arquetas por las que pasaba el cableado, lo arrancaron con ayuda de una excavadora que encontraron en el mismo recinto». Posteriormente, trocearon y pelaron el cableado en un solar próximo para poder venderlo. En este caso, «la empresa ha valorado que todos los destrozos superarían los 400.000 euros». Ante este suceso, se abrió una investigación que permitió identificar a cuatro personas, de las que no se conocía el paradero pero los Mossos tenían indicios de que residían en el área metropolitana de Madrid y se desplazaban por todo el país para «cometer robos de grandes cantidades de cobre».
Localizados por la Policía Local
El segundo robo tuvo lugar en la madrugada del 21 de febrero en una empresa de Juneda, con un modus operandi similar. Allí sustrajeron abundante cableado de cobre que también trocearon y pelaron en la misma zona. Tan pronto como se conoció este segundo caso y ante la sospecha de que los ladrones intentarían vender el cobre en Cataluña antes de volver a Madrid, los Mossos de Ponent activaron una alerta policial con los datos conseguidos en la primera valoración del robo. Sobre las 9.00 horas del día siguiente, una patrulla de la Policía Local de Esparraguera avisó de que había detectado en una calle de esta población un vehículo ocupado por cinco hombres cuya descripción coincidía con la de los sospechosos.
Efectivos de la DIC se trasladaron a Esparraguera y confirmaron que se trataba de las personas que buscaban. Ya habían venido el cableado que habían robado en los establecimientos catalanes a una deixalleria y acababan de ingresar el dinero obtenido en una entidad bancaria de Esparraguera. En total, habían vendido 500 kilos de cable de cobre.