De nuevo, voces de la izquierda afín al Ejecutivo de Sánchez y figuras del separatismo claman contra los jueces. En esta ocasión, se trata de un manifiesto que, bajo el título Protestar no es terrorismo, denuncia una supuesta persecución judicial a los autores de las protestas violentas organizadas por Tsunami Democràtic tras la sentencia del procés. «Exigimos que se tomen las medidas necesarias para parar la utilización de la justicia en una nueva persecución política contra las movilizaciones sociales y el ejercicio de derechos fundamentales y que se retiren las imputaciones de terrorismo», señalan. Se trata de un texto firmado por entidades como la ANC, Òmnium, CCOO y UGT, así como figuras como Jordi Evolé, Mònica Terribas o Xavier Antich.
La iniciativa no ha tardado en ser criticada desde posturas opuestas a secesionismo. Por ejemplo, el analista político David Martínez ha juzgado: «Protestar no es terrorismo. Lo que sí puede serlo es incendiar calles, agredir a policías, colapsar aeropuertos y hacer todo ello con el fin de subvertir el orden constitucional». «En todo caso», ha añadido, «es a los jueces a quienes corresponde determinarlo, no a ningún presentador o actriz». Por su parte, el columnista de Crónica Global, Ramón de España, ha comentado que «la más elemental prudencia aconseja mantenerse alejado de cualquier acto en el que participen Mònica Terribas o Xavier Antich», aclarando que la «protesta», en ocasiones, sí puede incurrir en el terrorismo.