La entidad ultra Plataforma per la Llengua, conocida por espiar a los menores en los patios de los colegios y por fomentar la persecución de los trabajadores castellanohablantes, ha comenzado una campaña contra el sector sanitario con la que pretende forzar a que todos los médicos que presten sus servicios en Cataluña tengan, como mínimo, un certificado C1 de catalán. En los últimos meses, la entidad, que recibe millonarias subvenciones de la Administración catalana, dice haber recogido 221 quejas de usuarios por no haber sido atendidos en catalán en centros sanitarios de esta comunidad autónoma. Y no ha dudado en recurrir al alarmismo para lograr su objetivo de que la inmersión lingüística en este sector vaya más.
El presidente de la entidad, Óscar Escuder, ha asegurado que un 13% de los médicos que prestan sus servicios en Cataluña no conoce esta lengua. Y ha añadido que esta situación es «un riesgo» para los pacientes pues esta falta de conocimiento del catalán puede inducir a errores a los propios médicos. Escuder ha llegado a asegurar en este sentido que no es aceptable que «después de un intento de suicidio llegues y el psiquiatra te diga que cambies de lengua«.
Poner en riesgo a los pacientes
La entidad ultranacionalista considera, además, que el plan preparado por el Govern para fomentar el catalán entre los médicos no es suficiente porque los cursos que se les ofrecen son voluntarios. Y es que, a juicio de Escuder, no se pueden «vulnerar» los derechos lingüísticos de los usuarios ni «poner en riesgo» la seguridad de los pacientes.