La negación de la nacionalidad española a una ciudadana que hablaba catalán pero no castellano solivianta al nacionalismo. Según han informado distintos rotativos nacionalistas, una vecina de Santa Margalida, en las islas baleares, no ha logrado acreditar un nivel mínimo de castellano, pues al parecer solo hablaba catalán, con lo que no ha logrado obtener la nacionalidad española. Según la Justicia, la mujer «no habla ni entiende el castellano», por lo que no ha demostrado «una integración suficiente en la sociedad española». Además, ha recordado que la nacionalidad va más allá de una «autorización de residencia», pues permite acceder a los mismos derechos que cualquier otro ciudadano, incluida la participación política.
La presidenta de la Asociación por una Escuela Bilingüe (AEB), Ana Losada, ha criticado el tratamiento con el que los medios secesionistas han cubierto la noticia. «Es increíble como se manipula una noticia para alimentar el victimismo nacionalista», ha juzgado. Y ha aclarado: «La noticia es cómo alguien intenta conseguir la nacionalidad sin saber qué necesita para conseguirlo. Porque desde luego no es un certificado de catalán, sino un nivel básico A2 de castellano». Por su parte, el lobby ultra Plataforma per la Llengua asegura que exigir conocimientos de castellano «reduce a la larga el conocimiento y el uso de otras lenguas cooficiales», a cuyos hablantes convierte en «ciudadanos de segunda».