El pasado fin de semana estalló oportunamente una bomba de relojería que, como ya ocurrió en las semanas previas a la investidura de Feijóo, el aparato de comunicación de La Moncloa y todos los medios de comunicación afectos al régimen ‘sanchista’ (El País, El Periódico, Público, Diario.es, la SER, informativos de TVE, la Sexta, etc.) se han apresurado a mantener en primer plano para desacreditar al propio Feijóo y al PP, y ensuciar poniendo en marcha el ventilador de la difamación la campaña electoral en Galicia. El PSOE va a obtener probablemente unos malos resultados el próximo domingo, como ocurrió el 23-J en el conjunto de España, pero el objetivo de Sánchez no es ganar las elecciones sino desalojar al PP de la Xunta, sin importarle un ápice dejarla en manos de un partido, Bloque Nacionalista Galego, que defiende sin ambages la autodeterminación de Galicia y lleva un programa intervencionista y hasta ‘estatalizador’ que asustaría a cualquier socialista demócrata.
La disposición del PP a hablar con todas las formaciones políticas con representación en el Congreso salvo EH Bildu, incluidos partidos como Junts, ERC y PNV tan distintos en tantos ámbitos del propio PP, y explorar sus exigencias para apoyar la investidura de Feijóo, ha llevado al PSOE de Sánchez y a los medios de comunicación afines a rasgarse hipócritamente las vestiduras y exigir a los populares que pidan perdón “por el odio y las mentiras derramadas”, “por negociar amnistía e indultos” en privado por la mañana mientras organizaban manifestaciones y les llamaban terroristas en público por la tarde. La desvergüenza del PSOE de Sánchez no tiene límites y los eurodiputados del grupo socialista se han apresurado a enviar cartas a los comisarios Jourová y Reynders para informarles del cambio de posición del PP sobre los indultos y el proyecto de amnistía. Todo vale para este presidente sin escrúpulos dispuesto a ocupar La Moncloa a cualquier precio, porque de qué otro modo cabe calificar a quién hoy defiende la amnistía y el 4 de noviembre de 2019 acusó al PP de no haber sido capaz de haber impedido la marcha del prófugo y prometió traerle a España para ser juzgado.
Todo vale para este presidente sin escrúpulos dispuesto a ocupar La Moncloa a cualquier precio
El más tonto de la clase, aquel que llegó a decir que “ideología significa idea lógica, y en política no hay ideas lógicas, hay ideas sujetas a debate”, y dedica sus ratos libres (que deben ser muchos) a filosofar sobre política, hizo otro hallazgo de gran altura cuando en un mitin en Galicia afirmó que el PP ha venido a darles la razón sobre la amnistía sin dar la cara: “la concordia dijo se defiende ante los españoles y no ‘off the record’, detrás de las bambalinas con 16 periodistas. Supongo que el expresidente tenía en mente el coraje con que la vicepresidenta Calvo rechazó la amnistía en el Senado en 2021 con estas palabras: “cuando usted habla de que planteemos la amnistía, la única respuesta posible es que eso no es planteable en un Estado constitucional democrático, porque eso sería suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado que es el Judicial”. Esa misma prestigiosa constitucionalista es la que pide ahora al juez García Castellón en el Congreso que respete los tiempos y no se manifieste sobre la amnistía antes de que sea ley. ¿Cómo se puede acusar al PP de hipocresía cuando la recién nombrada presidenta del Consejo de Estado defendía una cosa en el Senado en 2021 y la contraria en el Congreso hace unos días?
Nunca mejor dicho aquello de que el ladrón piensa que todos son de su condición. En un artículo muy interesante de Ruiz Robledo titulado “Los olvidos de Zapatero sobre la amnistía” (Diario del Derecho, 18 de octubre de 2023), el autor recuerda que “la primera valoración de la sentencia [sobre el Estatut de Cataluña] que hizo en 2010 el entonces presidente del Gobierno fue muy positiva” y “que quien ahora ve choque de legitimidades remitía una y otra vez al Constitucional (diría que incluso invitó al Partido Popular a que recurriera) cuando en 2006 se le advertía que había artículos inconstitucionales”. Pero lo más grave del asunto es que Zapatero en lugar de examinar los “hechos delictivos y sus consecuencias jurídicas para los implicados” que la amnistía pretende borrar, recurra a justificarla apelando al “Derecho Comparado: la amnistía está en todas las democracias homologables a las nuestras, que han aprobado decenas desde la II Guerra Mundial”, una afirmación gratuita que, como casi todas las suyas, produce rubor intelectual.
Lo importante aquí es que esos contactos no dieron lugar a ninguna reunión formal entre los partidos y Jordà manifestó a Floriano que «lo veía difícil»
Estamos ante una mera estratagema electoral urdida desde La Moncloa a la desesperada (contar con Zapatero ya da una idea de lo desesperados que andan) con la intención de convertir al PP en reo por intención de la propia indecencia del PSOE, esta sí, consumada en los acuerdos firmados por con Junts y ERC, y registrada como proposición de Ley Orgánica de Amnistía en el Congreso. Porque no son Feijóo y el PP sino Sánchez y su PSOE quienes se prestaron, nada más conocerse los resultados electorales el 23-J, a sentarse a negociar en secreto con el prófugo de Waterloo una amnistía ‘integral’ para otorgarle inmunidad a él y a todos quienes desafiaron el orden constitucional en Cataluña, quienes incurrieron en delitos tipificados en el Código Penal, quienes buscaron el apoyo de Putin para reconocer y respaldar la independencia, y quienes incluso se pusieron al frente de una organización (Tsunami Democràtic) que la Audiencia Nacional investiga por comisión de actos terroristas en Cataluña.
Desde el PSOE se han apuntado los contactos mantenidos por Sirera, concejal del PP, con algunos concejales de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, y una llamada telefónica de Floriano, diputado del PP, a Jordà, diputada de ERC, para sondear las posiciones de estas dos formaciones antes de constituirse la mesa del Congreso y celebrarse la investidura de Feijóo. Resulta sorprendente que quienes acusan al PP de incapacidad para dialogar le reprochen haber dado esos tímidos pasos, condenados al fracaso desde el principio como quedó atestiguado, como ya ocurriera con las iniciativas de Rajoy y Sáenz de Santamaría para frenar el proceso en 2016 y 2017. Pero lo importante aquí es que esos contactos no dieron lugar a ninguna reunión formal entre los partidos y Jordà manifestó a Floriano que “lo veía difícil”.
Un amigo me sugería proponer a Puente y Zapatero como candidatos al Club de la Comedia
Se podrá acusar a Feijóo y a una parte de la cúpula del PP de bisoñez, si ustedes quieren, pero lo que el PSOE de Sánchez pretende endosarle como una negociación frustrada no puede encubrir las reuniones vergonzosas del diputado Cerdán con el prófugo y los líderes de Junts en Bruselas y Ginebra, ni las de Bolaños, ministro de Justicia, con Junqueras y los líderes de ERC en Barcelona. Por no hablar de la desfachatez del ministro de Transporte que ha defendido la amnistía como una fórmula expeditiva que “evitaría todo lo que supone para el sistema judicial español proseguir con todo esto, pues hombre ahorrémosle el trabajo a la justicia”. Un amigo me sugería proponer a Puente y Zapatero como candidatos al Club de la Comedia. Más allá de la propaganda monclovita, los únicos que se han desdicho por activa y por pasiva sobre la amnistía y los únicos que han vendido el alma por siete votos son el presidente Sánchez y su gobierno de pandereta.
Esperemos que la bisoñez del PP y la centrifugadora de infundios del PSOE, los cantos de sirena de Pontón y los d’antzaris’ de Otegui no tapen las consecuencias de la amnistía y la mayoría de los gallegos no caigan en esa trampa el 18 de febrero.