La Generalitat sigue impulsando su agenda monolingüe. Después de una encuesta del Colegio de Médicos de Cataluña que afirma que «solo» el 48 de médicos en Cataluña tiene como lengua habitual el catalán, el Departament de Salud ha anunciado que será más estricto en su exigencia de que todo el personal sanitario que aspire a una plaza obtenga el C1 de catalán (nivel alto). Con este propósito, además, se impulsará 3.000 cursos de catalán gratuitos y en línea, con un programa que contará con un presupuesto de 1,5 millones de euros. «Para mejor la salud, hay que utilizar la lengua propia de las personas», ha justificado el conseller de Salut, Manel Balcells.
«Ponerse «estrictos» con el nivel C1 de catalán para trabajar en los hospitales públicos de Cataluña va a excluir del sistema a casi una cuarta parte de todo el personal. Ya podéis empezar a comer sano y hacer deporte, o haceros una mutua, que ya veréis que listas de espera…», ha ironizado el presidente de la asociación constitucionalista Convivencia Cívica Catalan, Ángel Escolano, en su cuenta de la red social X —antes conocida como Twitter—. Y ha reflexionado: «Exigir el nivel C de catalán a sanitarios o trabajadores públicos que llevan décadas trabajando en Cataluña con la clara finalidad de echarlos tiene un nombre: expulsión forzada de la población hispanohablante por medio de la marginación».