La exigencia de un nivel sólido de catalán para poder trabajar alcanza al ámbito del taxi. Después de que el sindicato mayoritario del gremio, Élite Taxi, propusiese el diciembre pasado que los taxistas debían acreditar el B2 de catalán —nivel intermedio— para poder trabajar porque se trataba de una lengua «amenazada», ahora realiza la misma petición a la Generalitat insistiendo en la misma idea: «Hay numerosos indicadores que muestran una tendencia negativa en el uso y conocimiento de la lengua. Como sociedad y como país, tenemos que tener la capacidad de actualizar y modernizar las herramientas que lo han hecho progresar hasta ahora», explican en un comunicado.
Asimismo, denuncian que en al actualidad muchos de los conductores no es que no hablen correctamente la lengua de Pompeu Fabra, sino que «ni tan solo son capaces de hablarla». Esta situación, según la entidad, choca fuertemente con el hecho de que a otros trabajadores como a los profesores o a los sanitarios se les exigirá el C2 y el C1 de catalán para poder ejercer —niveles más elevados de dominio que el B1—. Por otra parte, también alertan de que en el momento actual no se supervisan suficiente los exámenes, lo que propicia fraudes y falsificaciones de certificados.