El juicio contra el exbarcelonista Dani Alves, encarcelado desde finales de diciembre de 2023 tras ser acusado de una presunta agresión sexual contra una joven de 23 años, ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Barcelona. El futbolista brasileño ha llegado a la Audiencia trasladado por los Mossos y vestido con camisa blanca, vaqueros y zapatillas blancas. Por primera vez desde que fue encarcelado ha sido posible obtener imágenes del jugador, que no declarará hasta el próximo miércoles.
Este lunes ha sido la víctima la que ha relatado su versión de los hechos, la misma que ha mantenido desde que presentó la denuncia. Lo ha hecho totalmente protegida y a puerta cerrada para evitar que su identidad pueda ser difundida por los medios. No ha sucedido lo mismo con las dos testigos que aquella noche del 30 de diciembre de 2022 accedieron con ella al reservado de la discoteca Sutton invitadas por un camarero a petición de Alves y sus acompañantes. Una de ellas, que es su prima y que actualmente vive con la joven, ha asegurado que esta «no trabaja, casi no sale de casa» y que ambas pasan «el día llorando«. Durante su declaración, esta testigo ha afirmado que, además, la presunta víctima está medicada con antidepresivos y que «no duerme».
No notaron que estuviera bebido
La prima de la víctima ha admitido que Alves y la joven estuvieron bailando y que no recordaba si antes de ir al cuarto de baño habían tenido algún tipo de acercamiento. Además, ha admitido que la víctima habría entrado voluntariamente a este baño.
La otra testigo, amiga de la presunta víctima, ha relatado que aquella noche no notó que Alves estuviera bebido y ha asegurado que la joven no quería tener relaciones con el jugador. También ha señalado que desconocía que hubiera un cuarto de baño en el piso de abajo del reservado de la discoteca Sutton, donde sucedieron los hechos.
El camarero no vio «nada extraño»
El camarero que invitó a las chicas a entrar en el reservado ha declarado, por su parte, que insistió en dos ocasiones para que aceptaran la invitación. A preguntas de la abogada de Alves, Inés Guardiola, el camarero ha explicado que no observó «nada extraño» cuando habló con las jóvenes en el momento en el que el futbolista ya se había ido al cuarto de baño. El portero del Sutton que atendió a las jóvenes ha indicado, por otro lado, que «la chica estaba llorando pero no estaba muy mal» por lo que pensó que «había tenido un problema con la pareja», según ha recogido El Nacional. La víctima no quiso explicar al portero qué le había pasado y, mientras tanto, Alves abandonó el local con sus acompañantes. Todos ellos se habían presentado ante las jóvenes como «jugadores de petanca».