La cuestión de la oficialidad del catalán en la Unión Europea ha sido aparcada, lo que ha soliviantado al secesionismo, que ha culpado a España de la situación por no «ponerse las pilas». Sin embargo, es conocido que la propuesta salió adelante es porque no convenció a diversos países, que consideran otras materias más urgentes que la lingüística. Entre ellos, uno de los que más nítidamente se opusieron fue Lituania. Hoy, en una entrevista en El Mundo, su presidente, Gitanas Nauseda, se ha reafirmado en su oposición a que el catalán sea lengua oficial en la Eurocámara.
«Tenemos que trazar una línea en algún sitio, porque aceptar el catalán podría desencadenar una oleada de peticiones similares para incluir más y más lenguas en la lista oficial de idiomas», señala. Y añade: «Por ejemplo, en Lituania, yo nací en Klaipda, una ciudad de Samogitia donde se habla samogitiano. ¿Por qué no incluir la lengua samogitiana en la lista oficial de lenguas?». Finalmente, especula: «Tal vez algún día podría ser posible, pero es que es muy difícil imaginar pongamos 100 lenguas en el Consejo Europeo con los jefes de Estado buscando un botón entre tantas opciones. Sería técnicamente muy exigente».