Hace unas semanas, el escritor catalán Javier Cercas, autor de obras tan celebradas como Soldados de Salamina y Anatomía de un instante y conocido por oponerse al procés desde posturas progresistas, publicó un artículo en El País que levantó una polvareda considerable. En e el texto, titulado Llamamiento a la rebelión, el escritor, que hasta el momento había mostrado su apoyo al PSOE, denunció que con la ley de amnistía Sánchez había tratado a sus votantes como «papel higiénico» y que los «catalanes no secesionistas sobramos en Cataluña y, ahora, en España». Así las cosas, se desvinculaba de los partidos políticos existentes, llamando a una suerte de «rebelión general».
El texto sirvió para que numerosas voces de la izquierda lo tachasen de «derechista» o «facha». Hoy, en una entrevista en El Mundo, Cercas confiesa sentirse un «ciudadano cabreado, decepcionado y ofendido». Sin embargo, se reafirma en seguir interviniendo en el debate político porque «en democracia, políticos somos todos». En este sentido, afirma escribir «con más libertad que nunca», destacando que «alguna ventaja tendrá haber cumplido sesenta años». Por otra parte, destaca la necesidad de una prensa crítica, ya que, «gracias a internet y a las redes sociales, la mentira posee mayor capacidad de difusión que nunca y por lo tanto no basta con que el periodismo cuente verdades; además, debe desenmascarar mentiras».
