La presión contra el uso del castellano en el escuela sigue aumentado. Tal y como recoge hoy el diario ABC, el plan de Promoción de la Lengua de la Lengua Catalana aprobado en noviembre de 2022 ha empezado a desplegarse en parte de los centros educativos catalanes —si bien llegará a la totalidad de los colegios en 2025—. Éste consiste en crear en cada centro un Grupo Impulsor del Catalán —formado por directores, coordinadores lingüísticos y profesores— que se ocupan de reconducir a los alumnos que no hablan catalán en el patio, priorizar su aprendizaje frente a otras materias en las aulas de acogida y presionar a las familias para que abandonen el uso del castellano «por el bien» de sus hijos.
La asociación Docentes Libres ha aportado un documento revelador de la metodología empleada por la iniciativa. Se trata de un cartel colgado en el instituto El Perelló (Tarragona) en el que, en una ilustración con estética manga, una chica grita: «En clase nosotros hablamos catalán. ¡En todas partes, pedazo de merluzo!». «Comisarios lingüísticos que tachan de «merluzos» a quien no hable en catalán dentro y fuera del aula. Luego se quejan de que los jóvenes rechazan hablarlo». Ha resumido la entidad constitucionalista Asamblea por una Escuela Bilingüe.