Sumar tampoco ve con buenos ojos el traspaso de las competencias en materia de inmigración a la Generalitat. Y no porque no comparta la descentralización de la gestión sino porque considera que estas competencias no pueden transferirse ante los «discursos xenófobos» pronunciados por los representantes de Junts en los últimos días. Así lo ha manifestado el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien ha señalado que estos discursos «deberían estar fuera del debate público en España».
Desde el partido liderado por Yolanda Díaz se considera, además, que no es aceptable la transferencia de esta competencia cuando la negociación sobre la misma se ha hecho de la manera escenificada por PSOE y Junts: en «los últimos minutos» de la negociación mantenida por ambas formaciones para que los separatistas catalanes permitieran a los socialistas sacar adelante los primeros decretos de la legislatura de Pedro Sánchez.
El PSOE, pues, tiene ahora mismo otro frente abierto dado que Sumar es socio permanente de gobierno y, sin su apoyo, el traspaso de estas competencias no parece que vaya a ser muy probable, lo que provocará, sin duda, más tensiones con los de Puigdemont. A esto se suma que ya la semana pasada el líder de ERC, Oriol Junqueras, dejó también claro que «abrazar discursos de extrema derecha» pone en riesgo «la cohesión social, un país compartido por todos los que viven en él y su incorporación al proyecto nacional». La consellera de Presidencia, la republicana Laura Vilagrà, fue más allá al afirmar que el acuerdo entre PSOE y Junts es «un pacto muy difuso» y que lo realmente negociado es el traspaso de una parte de la gestión y no la totalidad de la misma.