La obtención del control de la inmigración por parte del secesionismo estará al servicio de la construcción nacional. Poco después de que Junts arrancanse del PSOE dicha cesión a cambio del apoyo a su decreto ómnibus contra la crisis, el director de comunicación de los neoconvergentes, Pere Martí Colom, ya avisó en redes de cuál era la razón principal por la que exigieron la gestión de esta materia: «Tener las competencias en inmigración es esencial para construir la nación». Por su parte, la portavoz en el Congreso de la formación nacionalista, Miriam Nogueras, tras desvelar que Cataluña asumiría funciones relacionadas con los «permisos de residencia», señaló que pondría el acento en un «tema importantísimo» como es el «tema de la lengua».
Así, sobre este tema en concreto, Nogueras indicó desde la tribuna del Congreso que «es importantísimo que la lengua sea una herramienta de integración para las personas que llegan a nuestro país». No en vano, el acuerdo incluye el compromiso de implementar la «acogida lingüística» de los recién llegados, vinculando así las ayudas al catalán. Cabe decir que, a día de hoy, esta política ya la aplican los Ayuntamientos, que reclaman acreditar un curso de catalán para obtener un informe de arraigo favorable. Práctica que se podría extender a los permisos de residencia o empleo si, tal y como pregona Junts, recaen en manos de la Generalitat.