Lo sucedido este miércoles en el Congreso con el espectáculo de Junts ante la votación de los tres primeros decretos del Gobierno del socialista Pedro Sánchez no es ninguna novedad para los catalanes. El modus operandi del partido de Carles Puigdemont en Madrid está siendo exactamente el mismo que mantuvo en el Govern cuando las urnas dieron la victoria a ERC y Junts se vio obligado a convertirse en el segundón de la Generalitat. Las amenazas se convirtieron entonces en norma y el estrés al que sometió la posconvergencia a los republicanos se saldó finalmente con una ruptura que ha dejado a Pere Aragonés gobernando en minoría pero, seguramente, con mucha más tranquilidad.
A pesar de que este mismo miércoles la portavoz de la formación en la Cámara Baja, Miriam Nogueras, ha sido contundente a la hora de afirmar que Junts votaría en contra de estos decretos, lo cierto es que, finalmente, ha facilitado que el ómnibus salga adelante. Y lo ha hecho ausentándose del Congreso, en uno de sus habituales shows y a los que ahora tendrán que acostumbrarse los socialistas. Tampoco han participado en las votaciones de los decretos de medidas contra la crisis y el de la reforma de los subsidios por desempleo. En el primer caso, sin embargo, el decreto no ha salido adelante por culpa del diputado de Sumar Gerardo Pisarello, que se ha equivocado al votar «no» y ha provocado un empate, mientras que, en el segundo, han sido los cinco representantes de Podemos los que han tumbado las medidas preparadas por Yolanda Díaz. En ambas votaciones, Junts también se ha ausentado con la pretensión de facilitar así que salieran adelante pero sin hacer el gesto de votar a favor.
IVA del 0% para el aceite de oliva
A cambio de esta ausencia, Sánchez ha cedido a la Generalitat las competencias en materia de inmigración, ha eliminado del decreto ómnibus el artículo que ponía en riesgo la amnistía, ha aceptado la publicación inmediata de las balanzas fiscales, ha asumido que sea el Estado el que financie la totalidad de las subvenciones al transporte público, ha reconocido los derechos históricos del régimen local catalán, ha aceptado promover el retorno a Cataluña de las empresas que se fugaron en 2017 y la eliminación del IVA del aceite de oliva.
Unas cesiones que han provocado una fuerte reacción en contra en redes sociales como X, donde muchos ciudadanos han denunciado cómo Sánchez está dispuesto a lo que sea con tal de mantenerse en el poder y aunque ello suponga debilitar aún más al Estado ante el prófugo Puigdemont y su partido.