Finalmente, Junts no ha dado su brazo a torcer y ha rechazado desde la tribuna del Congreso apoyar los decretos anticrisis del Gobierno. De nada han servido las maniobras socialistas de última hora para recabar su apoyo, lo que supone un notable varapalo para el Ejecutivo, al evidenciar que la gobernabilidad durante toda la legislatura va a depender, a cada paso, del nacionalismo catalán. Así, Miriam Nogueras, en una intervención de última hora, ha señalado que «toda la presión a la que nos están sometiendo deberían haberla ejercido antes», conminando al Gobierno a presentar un decreto «sin trampas» para obtener sus votos.
Así, Nogueras ha lamentado «haber tenido que llegar a esta situación límite para que algunos entiendan que, cuando Junts dijo que no daríamos nuestros votos a cambio de nada, significa que no daríamos nuestros votos a cambio de nada». Asimismo, ha instado a la bancada socialistas a «asumir que no tienen la mayoría». En cualquier caso, Nogueras no ha mencionado su controvertida exigencia de multar a las empresas que no regresen a Cataluña, sino de cambiar la ley de sociedades para que las empresas tengan su sede donde tengan su actividad mayoritaria. Ahora, el Gobierno habrá de volver a aprobar los Reales Decretos e incluir modificaciones si desea verlos aprobados.