El presidente de Naturhouse, Félix Revuelta, ha sido contundente este miércoles a la hora de calificar la exigencia de Junts de que el Gobierno sancione a las empresas que abandonaron Cataluña tras la intentona golpista de 2017 si no regresan a esta comunidad autónoma. Revuelta ha asegurado que esta petición es «una aberración» y ha denunciado la falta de autocrítica del separatismo a la hora de entender por qué tantas compañías decidieron abandonar Cataluña por el procés.
Revuelta ha asegurado que la decisión de cambiar de sede social supuso «un coste económico y emocional» y ha lamentado que el separatismo en general no entone el mea culpa ante la situación creada por ERC y Junts en aquel momento. «En lugar de eso», ha asegurado el empresario, «nos quieren sancionar. La seguridad jurídica por los suelos». Y es que para Revuelta lo más grave hoy en la Cataluña separatista es la falta de seguridad jurídica. Una situación que se ha agravado, en su opinión, por la imposición del catalán a todos los niveles y que ha provocado una «fuga de talento» importante.
Volver la vista atrás
En opinión de Revuelta, dos son las condiciones para que su compañía retorne a Cataluña: seguridad jurídica y el abandono de una política lingüística que, ha asegurado, obliga a los empresarios a tener que elegir «entre un mercado de 500 millones de hispanohablantes y otro de cinco millones de catalanes». «Están locos», ha añadido. El empresario, además, ha rechazado la posibilidad de que las empresas que retornen puedan ser bonificadas, tal y como propone ahora el Gobierno de Pedro Sánchez: «A mí no me hacen falta bonificaciones. Los empresarios necesitamos que no nos estorben. Si Cataluña me da seguridad jurídica y deja las políticas lingüísticas invasoras, volvería».
Revuelta, finalmente, ha pedido a todos volver la vista atrás, a hace 40 años, cuando Cataluña «era la locomotora económica» del país para tomar ejemplo. «Hace 40 años se hablaba más catalán que ahora y no porque nos obligaran», ha recordado y ha añadido que es necesario «abandonar las políticas tribales» en un momento en el que «todo el mundo se une para hacer los mercados más grandes».