436.400 niños y adolescentes catalanes, el 31,7% del total, están en riesgo de pobreza o exclusión social. Casi la tercera parte de estos menores de 16 años, además, «vive en una situación de privación material grave, lo que supone falta de acceso a bienes, recursos y servicios básicos para mantener unas condiciones de vida dignas». Así lo ha admitido el Govern del separatista Pere Aragonés en un comunicado en el que también ha señalado que, según las cifras que maneja la organización Save the Children, el 38,9% de los niños catalanes de entre 6 y 12 años sufre exceso de peso u obesidad. Un problema que afecta sobre todo «a los hogares de rentas bajas», en los que el porcentaje alcanza casi el 50%. Por si esto no fuera suficiente, según la Encuesta de Condiciones de Vida, el 19,5% de los niños en Cataluña «vive en hogares que no pueden mantener una temperatura adecuada en invierno».
Ante esta situación, el Govern ha anunciado la puesta en marcha de la enésima Estrategia de Lucha Contra la Pobreza Infantil, cuyo comité asesor se ha constituido este miércoles con la participación de, entre otros, Save the Children, Unicef, PINCAT, FEDAIA, Cruz Roja, la Caixa y Cáritas. Además, participan también tres expertos en pobreza infantil (Sara Ayllón, José Antonio Noguera y Eloi Mayordomo), y cinco observadores (Síndic de Greuges, Educació 360, IVÀLUA, Federació Catalana de Municipis y Associació Catalana de Municipis).
El objetivo de este comité será «establecer un marco general capaz de prevenir la pobreza de niños y adolescentes, detectarla de manera precoz, atenderla y trabajar una intervención trabajada y eficaz que permita erradicarla». Con esta estrategia, el Govern pretende «romper el ciclo intergeneracional de pobreza y exclusión social que padecen los niños y adolescentes en Cataluña a través de la mejora de las prestaciones y de la garantía de servicios esenciales clave luchando contra la pobreza infantil y juvenil y promoviendo la igualdad de oportunidades». Objetivos que piensa sacar adelante «mediante la adopción urgente de medidas clave» en una estrategia que debe mantenerse hasta 2030.